Regina Tamés Noriega

Cinco años por todas las mujeres

Este 24 de abril se cumplieron cinco años de un hecho histórico que marcó el cambio en el ejercicio de los derechos de las mujeres en México.

Se despenalizó el aborto, sin justificación de por medio, hasta las doce primeras semanas de gestación por parte de la Asamblea Legislativa del DF.

Finalmente, el derecho a una maternidad libre y voluntaria se reconocía en la legislación y un año después era validada por la Suprema Corte de Justicia.

A cinco años de distancia los resultados positivos están a la vista. Más de 70,000 interrupciones legales del embarazo (ILE) se han realizado de manera gratuita por los hospitales de la ciudad y las tres nuevas clínicas especializadas que fueron abiertas al público.

De la mano con las interrupciones, se brinda atención integral a la salud reproductiva y las mujeres reciben consejería sobre métodos anticonceptivos para evitar o planear futuros embarazos.

Esto explica el bajísimo 1 por ciento de reincidencia. El acceso a los servicios no se ha limitado a mujeres que viven en la ciudad sino que 22% ha viajado al DF para tener acceso al Programa ILE.

No deja de ser absurdo que las mujeres que viven en otros estados tengan que viajar (quienes tienen posibilidades económicas de hacerlo) para ver realizados sus derechos.

Las marcadas diferencias en la legislación, hacen que la discriminación por residencia esté a flor de piel. Este aniversario es un buen momento para recordar que existen causales legales en todo el país para interrumpir un embarazo y es fundamental que las mujeres y quienes prestan los servicios lo tengan claro.

Las autoridades están obligadas a prestar servicios, incluso en aquellos estados que modificaron su constitución para “proteger” la vida desde la concepción, pues así lo indican las causales legales en los códigos penales.

Es un derecho exigible. También es un momento para preguntarnos cuáles son las medidas con las que el Estado garantiza la vida prenatal. Sabemos que México es uno de los países con mayores índices de mortalidad materna en América Latina y está lejos de alcanzar el compromiso internacional que plantea reducirla en un 75% para 2015.

No conocemos las medidas para evitar la violencia contra mujeres embarazas, para garantizar acceso a controles prenatales, entre otras medidas para que los embarazos deseados lleguen a feliz puerto.

Este aniversario hay que celebrarlo sin dejar de recordar que aún persiste el reto de superar el estigma que rodea al aborto. Las modificaciones legales son un importante primer paso de un largo camino para modificar entendimientos del tema en una sociedad que sigue discriminando a las mujeres obligándolas a continuar embarazos no deseados que en ocasiones ponen en riesgo su vida y salud.

Si bien el derecho no logra por sí solo un cambio social, sí puede a la larga ayudar a modificar esa percepción. Lo sucedido en el DF es un botón de muestra de que sí es posible lograr cambios y priorizar el respeto a los derechos humanos.

El DF ha sido denominada la “ciudad de las libertades”. Con elecciones próximas, lo único que se esperaría de los gobernantes electos, es que estas libertades se mantengan y, en el mejor de los escenarios, se amplíen aún más.