Rosario Green

Por la no proliferación nuclear y desarme

Parlamentarios por la No Proliferación Nuclear y el Desarme (PNND) es un foro de alcance mundial, no partidario, que agrupa a más 800 parlamentarios de más de 80 naciones, que colaboran con la finalidad de desarrollar estrategias cooperativas y actividades en favor del desarme y de otras iniciativas sobre temas conexos.

Desde que llegué al Senado de la República y fui designada presidenta de la Delegación Permanente ante la Unión Interparlamentaria (UIP) me uní al PNND en el ámbito de la Unión y llegué a ser su copresidenta, convencida, como siempre lo he estado, de la aspiración de la mayor parte de la humanidad de vivir en un mundo libre de amenazas nucleares.

Se sabe que en todo el planeta existen más de 20 mil cabezas nucleares desplegadas, un número importante de las cuales tienen el estatus de alerta máxima.

Hemos visto con tristeza que desde el término de la guerra fría la amenaza potencial de su uso se ha incrementado a pesar de las reducciones acordadas entre Estados Unidos y Rusia, debido a la proliferación de armamento nuclear en otros países.

Para superar este reto de carácter global no es suficiente la sola acción de los gobiernos; la sociedad entera debe y puede hacer una importante contribución al respecto, particularmente a través de sus legisladores, entre cuyas responsabilidades normalmente se encuentran la asignación de recursos, la revisión de la política exterior así como la ratificación de los tratados internacionales y la adopción de nuevas leyes para su implementación.

En nuestro carácter de representantes de la opinión pública, tenemos la oportunidad de mantener un diálogo con nuestros colegas parlamentarios de otros países, tanto de manera directa como en foros como la citada UIP, el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa, el Parlamento Latinoamericano y la Asamblea Eurolatinoamericana, para citar sólo algunos ejemplos.

En suma, “los parlamentos pueden ayudar a dar al desarme no sólo la visión, pero también un poco de músculo, espina dorsal y los dientes”, como lo ha dicho Sergio Duarte, alto representante del secretario general de la ONU para asuntos de desarme: En ese sentido, el 15 de marzo del año en curso, en compañía de tres legisladores pertenecientes a grupos parlamentarios distintos al mío, presenté una proposición con punto de acuerdo en el pleno del Senado, para respaldar la declaración del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL) que aboga por concretar la eliminación universal de las armas nucleares y, a la vez, apoyar los esfuerzos destinados a crear una Zona Libre de Armas Nucleares y de armas de destrucción masiva en el Medio Oriente, así como la conferencia auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas con este propósito, que debe celebrarse este año.

El voto en favor de nuestra propuesta fue unánime. No es tarea fácil, pues en la visión de los mayores poseedores de armas nucleares están presentes consideraciones relacionadas con el balance de poder a nivel mundial.

En un artículo recientemente publicado en la prensa internacional, Henry Kissinger y otros ex funcionarios estadounidenses de alto nivel alertan al gobierno de su país para que lleve a cabo negociaciones acerca de futuras reducciones de armas nucleares a partir de un análisis estratégico y no de “un empeño abstracto y preconcebido”.

En varios momentos llevé al pleno del Senado las preocupaciones antes expuestas y obtuve el respaldo de mis compañeros legisladores. Hago votos porque esa labor deje huella y que el interés por el tema sea mantenido de manera comprometida, exhortando a los líderes y parlamentarios de todo el mundo a que se sumen activamente a la tarea de promoción de un mundo libre de armas nucleares. Senadora de la República