Redes sociales para búsqueda de talentos

Asumir que las “redes sociales” lo son desde la aparición de internet es un error. Sin embargo, es tal su presencia y repercusión en la vida cotidiana que damos por hecho su presencia en la escena virtual.

Ahora bien, como todo fenómeno de corta existencia, pero de largo impacto, nos toma de improvisto a la mayoría de los seres humanos la irrupción de la socialización informática y por tanto cuesta trabajo entender las reverberaciones de estas redes sociales virtuales.

Y como en cualquier tema relacionado con internet, hay que hacer una marcada diferencia, entre aquellos que recorriendo nuestra edad adulta nos vemos forzados a aprender las reglas de la nueva y pujante virtualidad, de los otros, jóvenes y niños que nacen en un entorno digital.

Los migrantes y los nativos, unos y otros sobreviviendo a los avatares cibernéticos que determinan buena parte de nuestra vida. —¿Por qué el éxito de las redes sociales cibernéticas? Bien, en vez de dibujar un inmenso entramado como respuesta, como es de esperarse, sólo quiero destacar un aspecto fundamental: las redes sociales nos exponen a la plaza pública como protagonistas centrales.

Es en las redes sociales donde podemos encontrar el inmenso abanico de singularidades humanas, no sólo con fines emotivos y de convivencia, sino también con fines laborales.

Existen hoy en día reclutadores, al interior de las organizaciones o como consultores externos, que se abastecen de información valiosa para la toma de decisiones.

—¿Cuáles son los riesgos de recoger información virtual de personas reales? Primeramente, no tomar en cuenta que la identidad virtual no es un espejo de la identidad mundana.

Un segundo aspecto es entender que la identidad virtual es un cúmulo de perfiles sociales, afectivas y de interacción donde mucha gente no entiende qué queda expuesto y qué acciones no. El tercer aspecto es no considerar que los avatares cibernéticos son una mezcla de aspectos reales de la personalidad con deseos, aspiraciones, frustraciones.

En cuarto lugar se ubica el mezclar la vida privada que queda expuesta en las redes sociales con el perfil laboral. En quinto lugar está el hecho de que en la virtualidad es mucho más difícil cotejar la proyección antes descrita con lo que de facto es el talento de la persona.

En último lugar se ubica el hecho de que es más complicado autentificar la virtualidad que la realidad. —¿Todos son riesgos? Por supuesto que no. Al tomar en cuenta los aspectos anteriores, resulta que para la detección de talento, el espacio de las redes sociales son una excelente herramienta.

Véase los múltiples casos de YouTube, donde la exposición “talentosa” ha cambiado la vida de más de un internauta.