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Acceso a la salud: un reto que trasciende nuestras fronteras

sábado, 11 de agosto de 2012
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Durante la presente administración, el gobierno mexicano ha emprendido una serie de acciones de gran calado para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos en el exterior.

La promoción de la salud de nuestros connacionales que viven en Estados Unidos constituye el eslabón más reciente de una larga cadena programática que se forja con un equilibrio eficaz entre experiencia acumulada de iniciativas anteriores y políticas públicas innovadoras.

En esta administración hemos logrado apuntalar con este propósito un sólido andamiaje institucional basado en tres pilares: la red consular más grande que un país tiene en cualquier otro en el mundo; la renovada fortaleza que el sistema de salud pública en México ha adquirido con la cobertura universal del Seguro Popular; y sobre todo, el establecimiento de alianzas locales en Estados Unidos con organizaciones de la sociedad civil estadounidense para mejorar la salud de los mexicanos que residen en ese país.

El eje de estos esfuerzos es el Programa de Ventanillas de Salud. Se trata de un innovador esquema de colaboración público-privado cofinanciado con recursos del gobierno federal mexicano en el que participan nuestros consulados en Estados Unidos, proveedores locales de servicios de salud y clínicas comunitarias enfocadas en la atención a migrantes.

Los objetivos consisten en difundir y proveer de información útil a los mexicanos respecto de los servicios médicos disponibles en las poblaciones donde viven, evaluar sus necesidades actuales de salud y promover acciones proactivas para la prevención de enfermedades y el fortalecimiento de la salud pública.

Las Ventanillas de Salud se ubican al interior de los 50 consulados de México que diariamente son visitados por miles de personas. En este ambiente seguro, y mientras esperan los documentos que acuden a tramitar, se les proporciona orientación sobre los recursos de salud a los que pueden acceder.

Las familias mexicanas son referidas a clínicas y centros que son afines a las particularidades culturales y de idioma de nuestra población.

Además, pueden beneficiarse de distintos servicios in situ entre los que se encuentran pruebas para medir la presión y la glucosa; análisis de VIH/sida; revisiones para detectar el cáncer de seno e incluso recibir ciertas vacunas.

El hecho de que los servicios se brinden en los lugares a los que se les refiere sin importar la condición migratoria de los beneficiarios, ha sido fundamental en el preocupante ambiente de polarización e intolerancia hacia los migrantes que se ha registrado en algunas regiones de Estados Unidos en los últimos años.

Los esfuerzos de canalización, información y atención en las Ventanillas se concentran en los padecimientos de mayor incidencia de nuestra población en EU y cuya atención es prioritaria.

Al mismo tiempo, y para atender la otra parte de la ecuación de la salud pública transnacional, se ha incorporado al modelo de las Ventanillas un mecanismo de preafiliación desde el exterior al Seguro Popular.

Este cierre de pinza permite un círculo virtuoso en materia de salud que protege tanto a quienes permanecen en el país, como a quienes migraron y regresan a sus lugares de origen en México.

Los cimientos de esta cooperación suponen un nuevo modelo horizontal que deja atrás formulaciones paternalistas y los sustituye por el empoderamiento in situ de las comunidades mexicanas en Estados Unidos.

La fortaleza del modelo radica en que el trabajo fluye de abajo hacia arriba y las prioridades locales se definen en cada ciudad, respondiendo con flexibilidad a sus necesidades específicas.

El fin primordial es ensanchar los conocimientos de salud preventiva de que disponen las familias mexicanas en ambos lados de la frontera y promover su uso oportuno y efectivo.

La estrategia se basa en el hecho de que la mayoría de los migrantes mexicanos están en buenas condiciones de salud al salir del país, pero al mismo tiempo se encuentran entre los grupos con el menor nivel de acceso a servicios de salud en Estados Unidos.

Responde a su vez a los retos transnacionales de salud pública de una comunidad verdaderamente transfronteriza y que encara los retos de obesidad, diabetes y VIH/sida, primordialmente.

Los resultados hablan por sí mismos: en 2011 y después de invertir más de 40 millones de pesos, logramos que cada consulado contara con un socio local estadounidense que opera cada una de las 50 Ventanillas de Salud.

Esta amplia red de salud preventiva para nuestras comunidades en el exterior, que hoy cuenta con más de 500 organizaciones asociadas, permitió que el año pasado atendiéramos a 1.7 millones de personas.

A pesar de esto, no nos detuvimos ahí, sino que hemos generado recientemente “Ventanillas de Salud Móviles”, lo que nos permite acercarnos todavía más a trabajadores agrícolas en lugares distantes.

Las Ventanillas constituyen una prueba adicional de la corresponsabilidad que el gobierno de México asume en el bienestar de nuestros connacionales en Estados Unidos.

Desmitifican, además, el discurso falso y manipulador de un polo xenófobo y nativista estadounidense que acusa a México de promover la migración como válvula de escape, y que culpa a los migrantes de representar un costo para las sociedades y lugares a cuyo bienestar y prosperidad, por el contrario, contribuyen con creces.

Las Ventanillas son un símbolo poderoso de lo que nuestras sociedades pueden hacer en conjunto para proteger la salud pública de nuestros pueblos, como lo demostraron cuando fueron clave en distribuir información preventiva en español entre las comunidades mexicanas en Estados Unidos durante la crisis de la pandemia del virus H1/N1 en 2009.

México y Estados Unidos requieren multiplicar los programas innovadores y efectivos mediante los que organizaciones de la sociedad civil en ambos lados de la frontera tejan redes más sólidas y encuentren más puntos de contacto entre sí.

Las Ventanillas de Salud son un ejemplo extraordinario de lo que podemos lograr cuando el gobierno promueve estas redes, trabaja hombro con hombro con ellas, se mantiene comprometido con un propósito común y articula mecanismos de corresponsabilidad con el sector privado y la sociedad civil.

Las Ventanillas representan una historia de éxito y una plataforma para seguir mejorando la protección a la salud de millones de mexicanos en el exterior.

El reto que tenemos por delante es usar esa plataforma con imaginación y compromiso para dar el siguiente salto cualitativo.

 

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Opinion

Perfil del Autor

Salomón Chertorivski y Arturo Sarukhán