Los 50 metros libres, eran su competencia más fuerte del entrenamiento, pero una salida en falso le dejó una huella que nunca olvidará: "Tengo un psicólogo que vale oro, Juan Alvarado, que estaba devastado por que era mi prueba, y buscaba el tercer lugar, fue difícil, pero no soy una maquina de hacer medallitas, soy ser humano y cometo errores".
La nadadora originaria de Morelia, Michoacán no se conforma con participar en las pruebas que le han dado medalla, y quiere demostrar que todo se puede: "Es una competencia que para mi es súper difícil por que yo no trabajé para esta prueba, y nadar 50 metros en mariposa es de mucha resistencia en el tronco y brazos, creo que la mía era de mariposa de alas rotas".
Doramitzi gastará su última carta paralímpica, mañana será la prueba final en las albercas británicas: "Cerré el libro y abrí otro, me quedaba esta prueba y la de mañana, no te puedes estancar ahí y quedarte, ni modo, debo de continuar, he bajado mis tiempos y estoy contenta de estar aquí".
Con once medallas paralímpicas, la atleta mexicana avala las cosas buenas que le dejó esta aventura londinense, y confía en que las futuras promesas de la natación, apenas comienzan su día: "Contenta por que baje mi tiempo, debido a las circunstancias bajé dos segundos, entonces yo sabia que estaba súper difícil, acaban de romper el record mundial y lo van a volver a masacrar en la tarde".
El Universal.-