Una sensible partida

El Partido Acción Nacional se une al dolor de la familia Lujambio Toca por la partida de nuestro querido amigo, el maestro Alonso Lujambio Irazábal, que representa la pérdida de un hombre íntegro y congruente con sus ideales democráticos y humanistas, que más allá de ser un estudioso del PAN, como él mismo escribiera, conoció más al partido desde su acción de vida que desde la academia.

Pocas personas han hecho tantas aportaciones a nuestro país en áreas tan diversas como Alonso lo hiciera. Desde la academia, la sociedad civil, la administración pública y en cada una de sus acciones dejó una huella en las instituciones y en las personas con las que tuvo contacto.

A pesar de su pasión por la academia y la investigación, que se vio reflejada en distintas publicaciones y artículos, Alonso sabía que la mejor forma de transformar a México era involucrándose de manera directa en los asuntos nacionales, siguiendo los pasos de su padre, como panista y fundador de instituciones.

Él confiaba plenamente en que el cambio de nuestro país debía comenzar por el fortalecimiento de sus estructuras democráticas, por lo que se involucró como consejero en el Instituto Federal Electoral, participando en procesos electorales cruciales para el país como los de 1997, 2000 y 2003.

Alonso dio testimonio de su compromiso con la democracia en diferentes oportunidades, no sólo a nivel nacional sino también en lo internacional.

En 2004 fungió como asesor de la ONU en Bagdad para realizar aportaciones al sistema electoral iraquí, que serían utilizadas posteriormente para su Asamblea Constituyente en 2005.

Como secretario de Educación Pública, puesto que ocupó desde 2009, el maestro Lujambio buscó generar un cambio cultural en nuestro país y trabajó para democratizar la educación en México, hacerla más transparente, para que los maestros basaran su crecimiento en sus méritos y capacitación, por lo que fue un arduo promotor de la evaluación docente y promovió la activación de los consejos de participación social.

Como lo hizo durante toda su vida, Alonso nos dio su última muestra de compromiso al tomar protesta como senador el primero de septiembre, siendo testimonio de lo que el amor por México es capaz de generar en aquellos que son capaces de dejarse a sí mismos por el bien de su nación y la construcción de “una patria ordenada y generosa”.

El Partido Acción Nacional siente profundamente la partida de nuestro amigo y compañero Alonso Lujambio y estamos seguros de que su legado seguirá dando frutos para las y los mexicanos, quienes siempre lo recordaremos como un ciudadano ejemplar, un hombre de familia amoroso y como una persona íntegra que, sin querer serlo, con su ejemplo de vida, se convirtió en un referente obligado de un panista y ciudadano, alguien dispuesto a dejar hasta su último aliento en esta brega de eternidad.