Iniciativas que impulsan la inversión

En este sentido, resulta de suma importancia analizar algunas iniciativas del gobierno que hayan contribuido a fortalecer e impulsar el ambiente de negocios en México durante la administración saliente.

De este modo, podemos preservar aquello que está bien hecho en beneficio de la economía nacional.
Desde la perspectiva de Siemens, una empresa con más de 8 mil colaboradores y 118 años de historia en México, el gobierno federal a través de la Secretaría de Economía y ProMéxico, impulsó dos iniciativas que han tenido un impacto positivo y de gran relevancia para las empresas que operan en el país.
Una de ellas tuvo su origen a mediados de 2010, cuando Siemens se convirtió en la primera firma en adherirse a la Alianza con Compañías Transnacionales (ACT), que es un programa impulsado por ProMéxico con el objetivo de construir alianzas estratégicas entre gobierno y empresas globales para potenciar las inversiones.
De esta manera, ProMéxico designó un asesor en temas empresariales para Siemens y posteriormente para cada una de las empresas que forman parte del ACT, con lo que estrechó los lazos entre el sector público y los inversionistas globales, al mismo tiempo que evitó complejidades culturales.
La iniciativa transformó la percepción del país.

Particularmente en el caso de Siemens, logró que los 60 principales funcionarios de la empresa, incluido el CEO global Peter Löscher, así como los miembros del Consejo de Administración, organizaran una cumbre en México para intercambiar opiniones con todos los niveles de gobierno en torno a las necesidades del país y sus oportunidades para el desarrollo como una potencia emergente.
Éste fue el detonante para que la empresa iniciara el proyecto SEWEC (second wave emerging countries), mediante el cual incrementó la visibilidad de México como destino de inversión por su estabilidad económica, talento y ubicación geográfica privilegiada, de manera que Siemens inyectó al país más de 184 millones de dólares de 2010 a la fecha.
Asimismo, consolidó diversos proyectos como las plantas de producción de equipos de alto voltaje, así como los centros de investigación y desarrollo para equipos de alta y baja tensión, con inversiones directas en Querétaro, Nuevo León y Jalisco.
Otra de las iniciativas fue el fortalecimiento a las cadenas de valor, mediante la cual las empresas de la mano con ProMéxico y la Secretaría de Economía buscan impulsar los negocios, el capital de trabajo, la trasferencia de tecnología y la calidad de los productos y proveedores a nivel nacional.
De este modo, las empresas globales apalancan el proceso de la cadena de valor y permiten optimizar el uso de los recursos en beneficio del empleo y la calidad de los productos mexicanos.
De acuerdo con ProMéxico, este proyecto cerrará este año con negocios por casi 300 millones de dólares y estima llegar a los 350 millones de dólares en 2013, con un evidente impacto en la generación de empleos para el talento mexicano.
Los dos ejemplos anteriores son una clara muestra de políticas acertadas que posicionan las cualidades de México entre los inversionistas globales como un destino clave para el desarrollo de sus negocios, con un impulso a la competitividad y la economía nacional.
Es por ello que las iniciativas que han dado resultados deben conservarse y al mismo tiempo la nueva administración deberá impulsar otros proyectos que promuevan la inversión en México y consoliden a nuestro país como una potencia de negocios en el terreno internacional.