Día de los enamorados, buen negocio

Creo que es fácil imaginar que el 14 de febrero de cada año no solo representa una oportunidad para expresar con palabras nuestro afecto, estimación o amor a ciertas personas, si no que en realidad se ha convertido en un momento económico que influencia industrias completas, como sería el caso de los fabricantes de chocolates, tarjetas de felicitación, muñecos de peluche y productores de flores, por citar algunos que son de los regalos más comunes y yo diría rentables en el país.
Pero la creatividad y la innovación dan oportunidad de que todos los emprendedores generen negocios aprovechando esta demanda cíclica que valdría analizar desde diferentes posibilidades.
En primer término, creo que el mercado es más amplio que el de los jóvenes enamorados a quienes típicamente volteamos la mirada cuando buscamos consumidores en esta fecha; también podemos pensar que el mercado comprende niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, quienes también podrían tener el deseo de expresar sus sentimientos de una manera particular y diferenciada respecto de cómo conciben estos sentimientos y emociones cada uno de los segmentos de este mercado.
Por ejemplo, es probable que un niño tenga más en su mente un dulce, golosina o juguete para expresar ese sentimiento hacia sus compañeritos de escuela, de vecindario o en su caso a sus familiares más próximos, aunque su capacidad adquisitiva estaría bastamente limitada casi a los domingos que le proporcionen sus padres pero aún así rentable.
Para este segmento de la población podrían desarrollarse alternativas en el rango de 5 a 15 pesos, tales como caritas felices a base de amaranto (las famosas alegrías pero con una imagen que se podría formar en donde los detalles de ojos, cejas, nariz y boca podrían ser frutos secos, por ejemplo), lo que también sería una golosina relativamente nutritiva.
Otro ejemplo podría ser la elaboración de juegos simples de cartas que estimulen la convivencia y entretenimiento con temas y personajes novedosos y hasta educativos si se despoja de lo serio y aburrido a ciertos temas.
Otro ejemplo, entre los adultos mayores, podría ser el cómo convergen las tecnologías de la información con preferencias tales como la poesía, ya que aprovechando las redes sociales podría hacerse llegar poemas selectos de los grandes poetas y lograr su impresión a través justamente de los mismos familiares y amigos, junto con una imagen representativa del carácter de la persona que lo envía; con ello tendríamos un servicio de mensajería sui generis que bien podría lograrse vía un portal electrónico donde cada usuario gastaría entre 15 y 50 pesos por usar las herramientas que se diseñaran para tal fin, al mismo tiempo de usar la redes sociales.
El autor es académico del Centro de Innovación y Emprendimiento en Ciencias para la Vida del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México