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El amor dio ritmo a sus latidos

Suárez obtuvo el bronce en Londres 2012 y también el corazón de Yessenia
jueves, 14 de febrero de 2013
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México, DF

El amor puede inspirar el camino para lograr lo inaudito. A inicios del año pasado, el medallista olímpico Leonel Suárez fue diagnosticado con problemas de presión arterial y su sueño de regresar al podio en Londres 2012 se desvanecía.
No sólo se trató de disciplinar aún más su entrenamiento y tener constantes observaciones médicas; el atleta cubano tuvo la “medicina” para su corazón, con la compañía de la saltadora de longitud mexicana Yessenia Villareal.
Para Leonel, los Olímpicos de Londres 2012 representaron un reto doble: controlar las arritmias cardiacas y aún con ellas ganar otra medalla olímpica, tras el bronce conseguido en Beijing 2008.

El camino fue menos complejo, con la motivación extra del amor de Yessenia.
Suárez, oro de decatlón en los Panamericanos de Guadalajara 2011, llegó a la justa británica para convertirse en líder en las pruebas de lanzamiento de jabalina (76.94m) y salto de altura (2.11m).

Tras competir nueve eventos, tan sólo restaba correr 1,500m para cumplir el objetivo.
Leonel hizo un suspiro profundo, apretó sus puños y esperó el disparo de salida.

Cruzó la meta en quinto sitio, con los puntos suficientes para hacer 8 mil 523 unidades y consumar el sueño de regresar al podio, de nuevo en tercer sitio.
Los seleccionados estadounidenses Ashton Eaton y Trey Hardey ganaron el oro y la plata; mientras Leonel se convirtió en el primer latinoamericano que regresó al podio de este evento olímpico.
Suarez celebró.

Seguía con los puños cerrados y con la bandera de Cuba en sus manos. En un acto fuera del protocolo, se acercó a la tribuna, pues de entre 80 mil espectadores en el estadio olímpico, sólo había una persona para celebrar este nuevo capítulo en su historia: Yessenia.
“Al verlo allí, saber lo que significó todo ese esfuerzo para él y para los dos, estaba muy emocionada, estaba llorando, lloré mucho, aunque no sé exactamente por qué lloraba, sentí una emoción enorme por verlo ganar otra vez una medalla olímpica, por estar allí junto a él en un momento tan importante”, dijo la atleta mexicana, quien nunca se imaginó lo que sucedió después.
“Lo increíble fue cuando abrió su mano y vi que en ella tenía un anillo de compromiso para mí.

No podía parar de llorar, fue algo increíble”, recordó Villarreal, quien hoy, 14 de febrero, unirá su vida a la de Leonel, durante una ceremonia de boda, en La Habana, Cuba.

Unen sus vidas para celebrar el amor que los ha mantenido juntos a pesar de las adversidades.
(Agencia / El Universal)

 

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