En vacaciones, sus derechos lo acompañan

Con el verano llegan las vacaciones y con ellas la múltiple oferta de productos y servicios turísticos. Pero el entusiasmo del descanso puede transformarse rápidamente en decepción cuando las empresas no hacen un buen trabajo.
Por eso es tan importante que los consumidores sepan que sus derechos viajan con ellos y pueden exigirlos.

Un importante derecho es a recibir productos y servicios de calidad y en las condiciones prometidas. Esto vale si un consumidor contrata una agencia de turismo, va a un restaurante, una discoteca, contrata un hotel o un camping, viaja en bus o avión o compra o contrata cualquier servicio.

Asimismo, los consumidores tienen derecho a que las empresas les entreguen seguridad, que tomen todas las medidas para que ni ellos ni sus bienes sufran daños y a ser indemnizados o reparados ante cualquier incumplimiento.

No obstante, este derecho va de la mano con el deber de contratar servicios y comprar productos sólo en el comercio establecido, pues es lo único que le permitirá exigir sus derechos y no exponer la salud y seguridad de su familia.

Las empresas deben ser profesionales en la prestación de sus servicios, hacer caso a sus reclamos y responder si hacen un mal trabajo. En este sentido, no valen ni los carteles ni las cláusulas de los contratos donde la empresa diga que no responde por daños o por cualquier tipo de incumplimiento.

Aunque un consumidor lea, acepte o ponga su firma en este tipo de reglas, no pierde sus derechos y la empresa tiene la obligación de responder.
Por otra parte, es importante recordar que para la Ley, todos los consumidores somos iguales, y no hace distinción de chilenos o extranjeros.

Los consumidores-turistas, tienen derecho a no ser discriminados por su nacionalidad o a que se les niegue injustificadamente la venta de productos o servicios.

Eso incluye que se les informe y respeten los precios informados y que las empresas no incurran en malas prácticas como dobles cartas en restaurantes para cobrar precios distintos a nacionales y extranjeros, o los cobros abusivos en taxis.

Es importante que los consumidores conozcan sus derechos y se atrevan a ejercerlos, aunque su estadía en el país sea transitoria pues ello permitirá elevar los estándares de calidad.

Pero es todavía más relevante la disciplina de la industria turística, pues no sólo está en juego la confianza de los consumidores, si no la imagen del país en un mercado tan importante como éste.
Un turista contento seguramente volverá.