El reto de hacer lo correcto

Esta semana, se espera que el Senado de Estados Unidos emprenderá un intento para reformar las leyes sobre armas en este país. Luego de la trágica masacre en Newtown, Connecticut, donde 20 niños y seis adultos fueron asesinados, no resulta sorprendente que el enfoque del debate sea sobre la violencia asociada a las armas en EU.

Es improbable que muchos senadores estadounidenses hagan referencia a los más de 60 mil mexicanos asesinados desde el 2006, producto de la violencia relacionada a las drogas.

Pero las leyes sobre armas en EU tienen un tremendo impacto sobre la violencia en México.
El mercado de armamento de EU está saturado de armas baratas y de alto calibre que los traficantes pueden fácilmente adquirir debido a una regulación laxa.

Y aunque es casi imposible comprar un arma legalmente en México, hay 8 mil 834 vendedores de armamento en los estados fronterizos de EU. Este mercado de armas accesible es la razón por la cual el 70% de las armas recuperadas en México y sometidas a rastreo entre 2007 y 2011, provenían de EU.

El gobierno y la sociedad civil mexicanos han reconocido este problema. El ex presidente Felipe Calderón solía plantear el tema de manera apasionada y el Presidente Enrique Peña Nieto ha identificado el tráfico de armas como un asunto prioritario en las relaciones bilaterales.

La sociedad civil mexicana y el Movimiento por la Paz en ese país también han demandado consistentemente que EU detengan el flujo de armas. En el otoño de 2012, víctimas de la violencia en México cruzaron la frontera con EU para exhortar al gobierno del norte a cumplir con su parte para abordar la violencia en México, incluyendo enfrentar el problema del tráfico de armas.

Las reformas propuestas por el Congreso de EU para prevenir la violencia asociada a las armas son progresivas. Una de las propuestas, que tiene posibilidades de ser aprobada, haría que el tráfico de armas sea considerado un delito federal, lo que podría marcar una diferencia significativa y mantener las armas lejos del alcance de los traficantes de drogas en México.

Actualmente, las sanciones para quien compra un arma en EU con la intención de transferirla a otra persona son tan débiles que los fiscales rara vez se toman la molestia de procesar a los traficantes de armas.

Una nueva legislación para restringir el tráfico de armamento dará a las fuerzas de la aplicación de la ley nuevas herramientas poderosas para ayudar a evitar que las armas caigan en las manos indebidas en ambos lados de la frontera.

Esta legislación también prohibiría específicamente el contrabando de armamento fuera de EU.

Otra propuesta que podría ser aprobada es la verificación universal de antecedentes penales para los compradores de armas.

Las reformas al sistema de verificación de antecedentes también podrían ayudar a contener el flujo de armas a través de la frontera.

Aunque las tiendas de armamento ya están obligadas a realizar una verificación de antecedentes a todos los compradores de armas, actualmente están exoneradas de este requisito las ferias de armas, las ventas por internet y las ventas privadas.

Éste es un resquicio gigantesco que los traficantes de armas explotan con frecuencia, y las reformas propuestas ayudarán a cerrarlo.
Las reformas propuestas a las leyes sobre armas, por sí solas, no eximen ni por asomo a EU del papel que este país juega en la violencia que sacude a México.

EU tiene que hacer más al respecto. Pero aprobar la legislación propuesta sería un importante paso en la dirección correcta.