Platicando con Martha Sáenz

Martha Sáenz

0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
No se desquite con sus hijos

martes, 21 de mayo de 2013
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font

Con el paso de los años, con estudios más profundos y avanzados, se ha llegado a poner un nombre preciso a cada tipo de violencia, y se han tipificado sus consecuencias.
Violencia o abuso físico, sexual, emocional y económico son los nombres que se aplican a lo que ahora sucede, y que por desgracia nos estamos acostumbrando a ver como un fenómeno natural dentro de nuestra sociedad.
Mamás fuera de control.
¿Qué nos pasa? ¿Por qué no hablamos, intervenimos y lo callamos? ¿Saben que al hacerlo nos convertimos en cómplices pasivos? Somos cómplices de la destrucción de la salud, dignidad, integridad y autoestima de un menor.
El problema se encuentra fuera de control; esto es porque no se ha podido dar una opción a la mujer, y sobre todo, un entrenamiento de qué hacer ante su frustración o ante las desventajas y problemática que día a día tiene que enfrentar.

Aquí se inicia el maltrato como una forma de desquite ante el dolor o frustración, que ella misma enfrenta y del cual no encuentra salida.

Lo más grave de todo es que no se atreve a hablar de ello o pedir ayuda.Cualquier excusa en las mujeres es justificada para agredir a un menor y estas excusas son:
· Que los niños son muy traviesos y necesitan correctivos.
· Que sólo con golpes aprenden.


· Que se les pega "Por su propio bien".
· Que ellos con su comportamiento los piden a gritos (los golpes).
La violencia que no se ve.
Esto es en cuanto a la violencia física, pero ¿Qué pasa con la violencia emocional? Aquí se encuentra la herramienta más poderosa de las madres que manipulan, culpan, devalúan, chantajean y agreden sin control a sus propios hijos sin que nadie opine o intervenga a favor o en defensa de ellos, incluso ni su propio padre.

Ante esto, los niños se sienten merecedores de correctivos ya que idealizan el rol de la madre y suponen que ella está en lo correcto, asumiendo toda la culpa, y cargándola por el resto de sus vidas.
Se les amenaza con el abandono, se les obliga a callar, se les miente y si ellos lo cuestionan, se les reprime o castiga aún más fuerte.

¿Estaremos conscientes del tipo de menores que estamos formando?, ¿Estaremos visualizando y pensando en qué tipo de adultos se van a convertir?.

Definitivamente estoy segura que no.
Alarmarnos ante la sociedad que tenemos, acusar a los adolescentes y adultos que ejecutan hechos delictivos no nos convierte en mejores mujeres formadoras de hijos con valores y actitudes sanas hacia la sociedad.
Suena trillado decir que la violencia genera violencia, y por más que busquemos responsables de lo que nos sucede como sociedad, lo primero que debemos hacer es voltear a nuestra propia casa y ver qué es lo que está sucediendo dentro de ella.
Enfrentar problemas con la pareja como los económicos, frustraciones en cuanto a la realización personal, presiones sociales o familiares no son excusas que suavicen o justifiquen el daño hacia los menores, y mucho menos la destrucción física y emocional de los mismos.
Ser madres no nos adjudica un título especial, ni nos autoriza a ejercer el poder y la autoridad que como adultas tenemos sobre nuestros propios hijos o menores.

¿Porqué las mujeres no enfrentamos nuestras propias frustraciones?, ¿Por qué desquitarse con el más débil, en vez de tomar una acción correctiva hacia la problemática que se está viviendo? ,
¿Existirá alguna excusa lo suficientemente grande para justificar dicho comportamiento?
La solución está en las manos de cada mujer, se necesita utilizar todo ese coraje y rabia en un sentido de autoconciencia para sanar la problemática que se está viviendo.

Enfrentar y aceptar con humildad este grave problema, reconocer que se está viviendo una crisis y que se necesita ayuda, sería el primer paso para cambiar la destrucción de la familia, y sobre todo, de los pequeños inocentes víctimas de los impulsos violentos e incontrolables de las mujeres.
Si hay algo en este artículo que no te hace sentir bien o te incomoda como mujer o madre, y a ti como padre te hace pensar que algo está pasando en casa, probablemente necesites investigar ¿qué es? y buscar ayuda.
El valor de ejercer el rol de madre está en formar e intervenir para tener hijos sanos, no sólo en aparentar tenerlos.
Debe buscar ayuda si:
· Estás deprimida, enojada y angustiada la mayor parte del día.


· Te cuesta tolerar el comportamiento de tus hijos.
· Te molesta satisfacer las necesidades diarias de tus hijos.
· Has empezado a maltratarlos, gritarles o dañarlos.
· Piensas que fue un error tener a sus hijos.


· Has deseado abandonarlos, o que desaparezcan de tu vida.
Martha Saenz
http://www.marthasaenz.com/
Life Coach e Hipnoterapeuta

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Entradas Anteriores

Más Visto