En la opinión

Pbro Miqueas Cantú Garza

UNA ACTITUD QUE TRASCIENDE

" Mas el que oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal". Proverbios 1:33
La experiencia trasciende por la cima elemental del saber oír.
Saber habitar confiadamente en tu casa.
Saber vivir tranquilo en medio de tempestades sociales.
Saber ser sustentado de valor.
Esta promesa pasa por el pensamiento.

El pensamiento es una manifestación que se convierte en razonamiento, necesidades y exigencias; porque la mente nos hace recordar, ordenar, dar instrucciones y adoptar una actitud; sin embargo en el tiempo que vivimos ya no hay tiempo para pensar aunque es necesario porque es vocación, es dedicación, es poner atención a la propia mente para ser guiados, instruidos y saber diferir y ser sensible a nuestra voluntad.
Pedro Calderón de la Barca dijo: "quien vive sin pensar no puede decir que vive; pensar construye nuestra personalidad y nos hace diferentes, cuando todos piensan igual nadie piensa mucho".

Pensar es una disciplina como lo expresó Tomas Carlyle: "el que no pueda guardar sus pensamientos, jamás sabrá realizar grandes cosas".

Es evidente que en toda circunstancia aflora el pensamiento; así lo afirmaba Platón: "del asombro sale el pensamiento". Yo afirmo al igual que cada padre de familia el deseo de un hogar estable, libre de guerras, provocaciones sexuales y personas no dignas de dar buenos ejemplos a la familia.

Es tiempo de dejar ver que los nobles principios se procesan en pensamientos nobles, consientes que se posee facultad de pensar y alcanzar proyectos por medio de la intensidad y la eficacia debido a la prioridad otorgada; como dijo T. Hood "un momento de pensar equivale a una hora de hablar." Job descubrió una verdad que nutre la fe, impulsa el ánimo y soporta la prueba cuando exclamó: "yo conozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que se esconda de ti" Job 42:2.

El pensamiento no es más que un soplo; pero ese soplo remueve el mundo así lo dijo Víctor Hugo. El pensar es un quehacer que debe estar en la agenda; es imprescindible la concentración y el silencio para recrear o descansar; porque ahí se desprende el optimismo, se despierta el deseo de proseguir, se quita el desalienta y viene la fuerza, donde el vacío se llena de vigor, se quita el conformismo, se rejuvenece los planes, se visualiza los nuevos horizontes, se abre el pensamiento en nosotros, se establece un diálogo donde surge la esperanza, se conquista y donde las justificaciones son reprochadas.

El pensamiento despierta inquietudes para hacer el bien y afianza ideales aún cuando otros extienda la red para hacerle caer; así como Saúl pensaba hacer caer a David 1 Samuel 18:25.
Es posible que la crisis en la escala de valores surja; sin embargo con Dios en la familia se puede ganar; incluso derribar la más difícil muralla.

Dios siempre está y otorga paz y bendición.