En la opinión
Pbro Miqueas Cantú Garza
El éxito alcanzado, los bienes acumulados y las relaciones establecidas no depende de esfuerzos netos; sino de la ayuda de Dios y la participación de nuestros hermanos.
No depende de una agenda absoluta, sino del tiempo y la muerte.
Jesús imparte una realidad imborrable que se encuentra en el evangelio de Lucas 12:13-21; es una magnifica, utilizable y bonancible parábola.
Voy a señalar varios aspectos apremiantes del versículo 13 donde se quiebran las amistades a causa de los bienes.. " di a mi hermano que parta los bienes conmigo".
Jesús señala la verdadera prioridad "mirad guardados de toda avaricia porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee" .
Jesús nos da cuatro lecciones determinantes del rico necio; él pensaba dentro de sí ¿Qué haré porque no tengo donde guardar los frutos? Al planear para sí mismo se olvidó de su familia y del prójimo; al considerar sus bienes se olvido de Dios su creador.
Y dijo: esto haré derribaré mis graneros y los edificaré mayores y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes. Al hacer provisión para su cuerpo se olvidó de su alma; planeaba disfrutar de sus tesoros, de la diversión, del placer, del comer y beber.
Al contar con el tiempo que disponía se olvidó de la eternidad; pero Dios le sorprende ¡necio, esta noche vienen a pedirte tu alma y lo que has provisto ¿ de quién será? ¡ la acumulación de logros muchas veces quitan la intensión suprema de bendecir y compartir.
Marco Tulio Cicerón; Político, orador y filósofo declaró: La naturaleza misma a impreso en la mente de todos la idea de un Dios.
Él es tan real como el cielo y la tierra. Pierre Teilhard expresó: "en cierto modo Dios se halla en la punta de mi pluma, de mi pincel, de mi aguja, de mi corazón y de mi pensamiento." Es imprescindible cuidar la actitud que manifestamos ante las bendiciones de Dios otorgadas en nuestro diario vivir, no sea que se nos suba el barro a la cabeza.
Dios es grande y nos brinda un consejo magnífico: Porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres para dar a cada uno según sus caminos según el fruto de sus obras.