Marco A. Vázquez

Cena de Negros

Mi General…

Presentó su renuncia el Secretario de Seguridad Pública en el Estado, se va Rafael Lomelí Martínez y la gente siente que dejó muchas deudas con los tamaulipecos, que no logró cumplir con el objetivo que le fue encomendado de regresarnos la paz.
Hablo, pues, de la percepción ciudadana, de lo que en la política de antes era lo que se tomaba en cuenta, de lo que ve la gente como real aunque no necesariamente tenga que ser la verdad.
Vamos, durante todo el periodo que estuvo Lomelí al frente de la Secretaría de Seguridad Pública se logró acreditar por lo menos a unos 2 mil 700 elementos, policías que se supone han pasado las pruebas de control y confianza, que no viven como ricos, que tampoco tienen tendencias a corromperse, y que pueden ser útiles para lograr el objetivo final del gobierno que es conseguir la paz y la tranquilidad de los tamaulipecos.
Es, desde luego, un avance muy significativo el pasar de cero policías que se tenían en el Estado a principios de la administración hasta llegar a tener fuerza suficiente para cubrir este reglón en todos los municipios, e igualmente son las bases para que el General Arturo Gutiérrez García, nuevo titular de Seguridad Pública, logre forma una policía más confiable, con mayor técnica y táctica, más inteligencia en el desarrollo de sus labores, y más efectividad en el cumplimiento de su trabajo.
Hace falta, por lo menos, que el general que llega ahora a Seguridad Pública pueda duplicar el número de elementos acreditados, que los someta constantemente a más pruebas de control y confianza, incluso a los 2 mil 700 que ahora están analizados y dados de alta como buenos elementos.
En números fríos hay que decir que Lomelí hizo su chamba aunque de acuerdo a la percepción de la gente hay que sentenciar que le faltó acelerar el paso, hacer más confiable a la policía, y darle más resultados a la población, porque, como bien lo dice el Gobernador Egidio Torre Cantú, en seguridad pública no es cuánto dinero se invierte, tampoco cuantos proyectos se tengan, sino qué resultados se han dado.
Muy cierto es que de acuerdo a la inversión que hace el gobierno de Egidio Torre Cantú las cosas deben ir más rápido, vaya, se aumentó el salario de los policías de unos 7 mil pesos mensuales hasta 12 mil, ahora todos los hijos que tengan en la escuela tienen derecho a becas, también pueden acceder a créditos para viviendas, y para que puedan valorar más su trabajo, se les ha ofrecido seguros de vida de hasta un millón de pesos más pensiones para sus familias en caso de que hagan falta.
Con eso es con lo que tiene que trabajar el General Arturo Gutiérrez, con la firme idea de que el gobierno no ha escatimado recursos, que por lo menos le ha invertido unos tres mil 500 millones de pesos anuales en la preparación de las nuevas policías, en la certificación de las mismas, en mejorar las condiciones de cada uno de sus elementos.
También con eso debe plantearse y ofrecer objetivos a corto, mediano, y largo plazo, son tiempos de la evaluación, son tiempos de que se le midan resultados para que las cosas cambien lo más pronto posible.
Hay, desde luego, un largo camino que recorrer pero no lo hará a pie y mucho menos solo, tiene el respaldo presupuestal, un proyecto, y un objetivo.
Se trata de que Mi General pueda lograr la paz, regresarle la tranquilidad a la gente tamaulipeca, cumplirle a la población lo más pronto posible, se deben, si, seguir los mismos pasos de la certificación, perseguir el objetivo de tener suficientes policías acreditados para cubrir todo el Estado, y se debe tener la firme idea de que los resultados tienen que llegar lo más pronto posible.
En otras cosas… muy activa la fracción parlamentaria del PAN, por lo menos emitieron siete boletines el fin de semana que transcurrió, propuestas, algunas de ellas, muy serias, con suficiente sentido social como lo relativo al transporte, lo conducente a sancionar a los cabildos como responsables cuando se haga mal uso de los recursos, e igual hubo otras propuestas con las que solo van en busca de reflectores, de votos.
Pero bueno, lo importante es que hagan algo, aunque la mayoría lleguemos a creer de pronto que los legisladores olvidan que tenemos urgencias, que tenemos cosas muy importantes que se han quedado pendientes, y, sobre todo, que no deben mezclar lo importante con la politiquería.
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