Alíber López

Optica Política

Optíca Política

Este 20 de marzo está definido por la ONU (Organización de Naciones Unidas), como el Día de la Felicidad. En 2012 se consideró a iniciativa de Bután que se definiera a este día, como Día Internacional de la Felicidad, dándole importancia semejante al PIB (Producto Interno Bruto) o como una manera de sustituirlo, considerando que la lucha de los países debe centrarse en la aspiración de disfrutar de ciertos niveles de bienestar y que los gobiernos de los países deben luchar por lograr tales niveles.

El mundo necesita «un nuevo paradigma económico» que reconozca «la paridad de los tres pilares del desarrollo sostenible», el social, el económico y el medio ambiental porque, según el Secretario General, Ban Ki-moon, esos pilares juntos definen la felicidad global.
Pero en México, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), 4 de cada 10 personas no tienen dinero para comprar los alimentos mínimos necesarios (La Jornada, 19 marzo 2014, pag.26).

Si el dato es correcto, entonces 48 millones de personas en México no pueden aspirar a la felicidad cotidianamente. De acuerdo a esos mismos datos que difunde la OCDE, nuestro país se encuentra a la zaga de todos los países miembros, en donde se incluyen también Chile, Turquía y Grecia.

Además cita el artículo que en la punta de la pirámide, 10 mexicanos acaparan 133 mil millones de dólares, que equivale al ingreso de 15.7 millones de hogares.

Esta enorme desproporción en el reparto de la riqueza es el resultado de las políticas públicas que no han variado desde 1982, en que se inició la aceleración de la privatización de los bienes nacionales.
Lo decíamos ayer y lo repetimos hoy.

Ninguno de los gobernantes desde Miguel de la Madrid Hurtado, hasta el actual, ha frenado los procesos de privatización de los bienes nacionales y el deterioro de la economía familiar.

Los gobiernos panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, aun y cuando dispusieron de excedentes exorbitantes por auge en la producción petrolera y los elevados precios internacionales, continuaron con las políticas de privatización que presuntamente iban a combatir, y continuaron empobreciendo el país.

Obvia expresar que el proceso de privatización fue acompañado por un proceso paralelo de incremento de la corrupción, que aflora en estos días en la empresa Oceanografía en vinculación con PEMEX, BANAMEX y otras instancias financieras.
Si extrapolamos el fenómeno de la incapacidad del 40% de los hogares de México para adquirir los alimentos mínimos necesarios para ser felices a Matamoros, tenemos un universo de cerca de 400 mil habitantes con mala alimentación o alrededor de 100 mil familias que no alcanzan los índices mínimos de bienestar y que por lo tanto, están necesitados de apoyos especiales con despensas, becas, subsidios, así como para vivienda, salud y educación.
En esa tarea se esmeran el PRI y el PAN, por aquello del clientelismo electoral, hecho que constituye para la población necesitada, una complicación que últimamente se ha reflejado en los medios de comunicación.

La SEDESO (Secretaria de Desarrollo Social) de la federación, del Estado y del Municipio, a la hora de aplicar los recursos de los diferentes niveles se disputan y (o) aprovechan los medios de comunicación, para “cacarear” su preocupación por apoyar a los grupos sociales necesitados.
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Felicidades a la comunicóloga, dramaturga y actriz riobravense-victorense, Larisa López Carrillo, quien hoy cumple un año más de vida.