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Pbro Miqueas Cantú Garza

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Un elogio a la paciencia

domingo, 6 de abril de 2014
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Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu Eclesiastés 7:8
William Shakespeare relacionó la paciencia con el tiempo para referirse a la posibilidad de gozar plenamente de la vida cuando dijo: "El tiempo es muy lento para los que esperan , muy rápido para quienes tienen miedo, muy largo para quienes se lamentan, muy corto para quienes festejan y para los que aman el tiempo es eternidad".

En el tiempo en que vivimos ¿Cómo detener la prisa? Por medio de un compromiso confiable, encendido en el esfuerzo siguiendo la orientación sabia, perseverando en el bien, con paciencia del bien obrar, saber dar utilidades y conocer que la vida es una carrera que exige ejercer la paciencia.

La paciencia perfecciona el carácter, establece relaciones, es constante. La paciencia es la cualidad de no rendirse ante las circunstancias ni sucumbir ante la crítica.

La paciencia está asociada con la tolerancia, la longanimidad, la clemencia con largura de ánimo. La escuela de la paciencia es el hogar; es ahí donde los
padres ejercen la paciencia hacia los hijos y los hijos aprenden del ejemplo de paciencia de los padres.

La paciencia requiere ser consistente, creativa, sensible y generosa; porque se trata de la formación, dirección, crecimiento y desarrollo de nuestros hijos.

La paciencia es un factor supremo en el tiempo actual; el saber que nuestros hijos e hijas poseen un potencial enorme es trascendental porque conlleva el aprender a oír mutuamente.

Oír; es imprescindible en la vida, así como dice el eslogan de Jesús: "el que tiene oídos para oír, oiga". La tragedia más grande de muchas familias; es que los padres no dedican tiempo para oír a sus hijos; después se alarman por un comportamiento que trae preocupación o tragedia a la familia.
A decir verdad, el oído no se sacia de oír y el ojo de ver.

Por tal razón se requiere ser selectivo en lo que se ve y oye en los medios de comunicación, para evitar que la atención y prioridad sean cautivos de todo aquello que haga olvidar que en la familias esta el compromiso verdadero y esencial.

Es imposible omitir que la vida comprometida posee significado, realización, propósito y entusiasmo. El desafío es establecer una norma en la familia … "en casa no hay sorpresas" esto ayudará a cultivar una actitud de ver y oír; misma que abrirá posibilidades de seguir un programa familiar, trazar planes y medir los avances de manera integral.

Son recurrentes los problemas escolares; donde los padres son llamados a la administración de la escuela por las ausencias prologadas de sus hijos; el desconocimiento de las acciones de los hijos produce gran sorpresa, desilusión, pérdida de confianza, cambio de planes y frustración en los
padres.

El acercamiento paciente padre-hijo es un esfuerzo pequeño de cada dia para recuperar oportunidades que beneficien a la familia. La reflexión que otorga el aforismo persa dice: La paciencia es el árbol de raíz amarga pero da fruto muy dulce: Así que le ánimo a tener paciencia y tendréis ciencia.

 

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