Arropados por la Iglesia Católica, los indocumentados que forman parte de la caravana "Viacrucis del Migrante" arribaron hoy martes a la ciudad de Puebla, donde también exigieron el cese de agresiones en su contra.
El contingente de casi mil centroamericanos que han viajado por distintos estados del país, fueron acogidos por la Pastoral de Movilidad de la Arquidiócesis de la Puebla, cuyos integrantes ofrecieron una misa.
Acompañados por activistas del Movimiento Migrante Mesoamericano, los indocumentados se concentraron en el templo católico de Nuestra Señora de la Asunción, donde con una cruz de madera oraron para acabar con los ataques en su contra.
En la Iglesia también recibieron alimentos; mientras que al igual que en otras entidades del sureste del país, el Gobierno de Puebla otorgó a los migrantes asistencia médica en unidades móviles.
Las autoridades estatales pudieron a disposición de la caravana un total de diez unidades de transporte y seguridad para que continúen su viaje hacia la capital del país.

El titular de la Pastoral de Movilidad de la Arquidiócesis de Puebla, Gustavo Rodríguez Zárate, exigió detener la ola de agresiones contra los migrantes y detener a los responsables.
"Hay grupos, yo no les llamo grupos de delincuencia pero sí malosos, vamos a ponerle la palabra, que son los que los que controlan las vialidades y el ferrocarril", expresó el religioso.
El Frayle Tomas González, encargado de la Casa del Migrante en Tenosique, Tabasco y quien acompaña la caravana, demandó el libre transito para los migrantes que tienen como destino Estados Unidos.
Se espera que el grupo salga de la ciudad de Puebla este miércoles a las nueve de la mañana con rumbo a la Ciudad de México, donde tendrán como destino la Basílica de Guadalupe.