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Se mantiene la ejecución de un preso que alegó malformaciones congénitas en EE.UU.

Russell Bucklew fue condenado a muerte por asesinar en 1996 al novio de su expareja, a la que secuestró y violó, y disparar a un agente tras una persecución policial. EFE/Archivo
La ejecución de Russell Bucklew, prevista para la madrugada de este miércoles en Misuri (EE.UU.), se mantiene firme después de que un tribunal federal del distrito se negara a aplazarla
martes, 20 de mayo de 2014
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Washington, 20 may (EFE).- La ejecución de Russell Bucklew, prevista para la madrugada de este miércoles en Misuri (EE.UU.), se mantiene firme después de que un tribunal federal del distrito se negara a aplazarla y de que el gobernador, Jay Nixon, rechazara las peticiones de clemencia.
La abogada del preso, Cheryl Pilate, había alegado que su cliente padece un defecto congénito que provoca malformaciones en los vasos sanguíneos en su cabeza, cara y garganta, que le causan hemorragias, motivo por el cual había pedido que se suspendiera la ejecución.
Según Pilate, debido a esas malformaciones, los fármacos de la inyección letal podrían no circular bien por las venas del preso y provocarle dolor, lo que iría contra el mandato constitucional que prohíbe los castigos crueles.
"Esta persona cometió crímenes horrendos y aunque esta es una de las partes más difíciles de mi trabajo, continuaremos adelante, siempre que un tribunal no diga lo contrario", explicó Nixon, citado por el periódico local Southeast Missourian.
El ajusticiamiento de Bucklew, previsto para las 12.01 horas del miércoles (04.01 GMT), sería el primero en Estados Unidos tras la accidentada ejecución de Clayton Lockett, que murió de un ataque al corazón 40 minutos de recibir la inyección letal a finales de abril.
Esa ejecución ha reabierto el debate sobre la pena de muerte y especialmente sobre el secretismo en el uso de cócteles de fármacos usados en la inyección letal, que según los críticos pueden desembocar en sufrimiento excesivo del condenado.
Misuri es uno de los estados que utiliza inyecciones de pentobarbital y mantiene en secreto el origen y la combinación que administra en las ejecuciones.
Bucklew pidió que haya cámaras para grabar cuando le apliquen la inyección letal, que afirma que será una "tortura" debido a un defecto que padece de nacimiento, algo que, según las organizaciones defensoras de los condenados a muerte, también se le ha denegado.
"Si los funcionarios de Misuri están suficientemente confiados para ejecutar a Russell Bucklew, deberían estar confiados para grabarlo con vídeo", indicó Pilate la pasada semana al presentar dicha solicitud en nombre de su cliente.
Bucklew fue condenado a muerte por asesinar en 1996 al novio de su expareja, a la que secuestró y violó, y disparar a un agente tras una persecución policial.

 

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