Alíber López

Optica Política

Optíca Política

Después de finalizado el auge del negocio televisivo futbolero con la caída de la Selección Nacional ante Holanda, los miles o millones de fans de la selección nacional podremos centrarnos en problemas de mayor envergadura.

Un país como el nuestro no es capaz todavía de superar limitaciones organizativas ni de invertir lo necesario para una educación equitativa y de calidad, con mayor razón para el deporte donde la corrupción (generalizada) impide que los recursos aterricen donde se requieren para que los mejores, sean los que nos representen en cada disciplina del deporte, no solo en el futbol.

Mediante la educación y la política, superaremos nuestras deficiencias como personas y como país, tarde o temprano; mientras tanto, solo nos podremos conformar con chispazos de una que otra individualidad o grupo colectivo, que con disciplina, capacidad y perseverancia logra destacar internacionalmente.

Como país vivimos tiempos muy difíciles en los que la fuga de capitales, el desempleo, la inseguridad, la miseria, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los problemas de salud pública, los precios de la canasta básica y otros indicadores negativos como la corrupción, son lo único que crece.

Frenar ese proceso es responsabilidad de toda la sociedad, pero principalmente de quienes nos gobiernan. Quienes tienen la hegemonía en el poder, priistas, panistas y perredistas son quienes actualmente tienen mayor representatividad de la sociedad en los órganos de Gobierno y son por lo tanto corresponsables de lo que está sucediendo en estos tiempos, de las políticas que se aplican para superar toda esa amalgama de problemas.

En octubre de 2015 se inicia el proceso electoral intermedio en el que se renovará la Cámara de Diputados y los gobiernos estatales y municipales de algunas entidades; tal hecho podrá sensibilizar a la sociedad e interesarla en una mejor selección de los legisladores y otros representantes populares.

Quienes triunfen, sean del partido que sean, tendrán que revisar las acciones gubernamentales de los 3 primeros años de Gobierno de Enrique Peña Nieto y elaborar políticas incidan en el bienestar de la sociedad mexicana.

Un sexenio más de crecimiento de los grandes problemas nacionales, ya no se aguanta. Una revolución social, una guerra civil, es destructiva.

Ya hemos vivido la experiencia en 1810-1821 y en 1910-1917. Si hace poco más de 100 años, murió un millón de gentes de una población de 10-12 millones y se perdieron miles de millones de pesos en obras de infraestructura y culturales, ahora perderíamos por lo menos, diez veces más, en vidas humanas y materiales, por lo menos.

Ni los que aspiren a candidaturas del PRI y el PAN, quienes de momento parecen tener mayores posibilidades de triunfar en el proceso del año entrante, ni los del PRD o los de MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), en el Distrito 04, por no mencionarlos a todos, podrán ser personas insensibles a la problemática nacional.

Por el contrario, deberán sostener una política clara y asertiva sobre las formas en que deberemos superar nuestros grandes problemas. Que lo sepan Alfonso Sánchez Garza, Erick Silva Santos o Dolores de la Garza Berlanga, por mencionar a algunos del PRI, o Verónica Salazar Vázquez, Luis Alfredo Biassi, Belem Rosales Puente, Juan Patiño Cruz o César Rendón García, por mencionar a otros del PAN y al mismo David Morales Vélez quien todavía se proclama miembro del PRD.

Quienes resulten candidatos en cada partido deberán ser consecuentes con la responsabilidad a la que aspiran. La jodencia social ya no aguanta simulacros.