Alíber López
Optica Política
Suponemos que en las oficinas del CREDE (Centro Regional de Educación), cuya responsabilidad acaba de asumir José Luis Cuellar Ornelas, también habrá algunas guardias.
Este fue un año singular, en el que se iniciaron una serie de estrategias diferentes para enfrentar el proceso de aprendizaje de los estudiantes de Educación Básica.
A partir del mes de febrero de 2013 en que se oficializó la Reforma a los Artículos Tercero y 73, de la Constitución General de la República y de que se aprobaron posteriormente, las Leyes Secundarias, del INEE( Instituto Nacional de Evaluación Educativa), la Ley General de Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente, dieron lugar a un nuevo sistema de control de los procesos de la educación en México.
La Reforma Educativa, aunque incompleta, nos incorpora paulatinamente a una nueva forma de revisión de los procesos de aprendizaje y se convierte en un acicate para la mejora continua del esfuerzo educativo en las escuelas.
La decisión de revitalizar el funcionamiento de los CTE (Consejos Técnicos Escolares), parece ser una mejor metodología para la resolución de muchos de los problemas de la educación.
Durante el año escolar se vivió el proceso de aprendizaje en las escuelas, de una manera diferente y los maestros y el personal de apoyo, aprendió reflexionar sobre el proceso educativo y a registrar los avances o rezagos de la “Ruta de Mejora Contínua” en cada Centro Escolar y en cada ámbito del desempeño escolar, respecto a los “Razgos de Normalidad Mínima” para el buen funcionamiento de las escuelas, de una manera distinta.
EL objetivo principal de la administración escolar, se centró en el registro sistemático de la acción educativa, en formatos diversos, que permitieron visualizar el avance en el proceso de aprendizaje y los rezagos de cada Centro Escolar coordinados por los Directores de las escuelas pero con una mayor participación de los maestros mediante el funcionamiento de los CTE (Consejos Técnicos Escolares).
Además de las visitas a los Centros Escolares a cargo de las supervisiones de las escuelas y su personal técnico-pedagógico y las reuniones periódicas de los CTE realizadas, se hizo necesario realizar un registro sistemático de los avances y rezagos, que en todas las asignaturas y actividades que cada Centro Educativo se tuvieron.
Los maestros llevaron el control del registro de las calificaciones de sus alumnos, un Cuaderno de Trabajo sobre los avances temáticos de los aprendizajes esperados, la dosificación anual de las asignaturas y su planeación didáctica, elementos que les fueron útiles en las 8 reuniones de los CTE, realizados en cada una de sus escuelas.