Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

Los “chocolates”, primero hay que cerrar la puerta

El problema de los autos “chocolates” no es nuevo. Ha sido un fenómeno recurrente desde hace décadas y su principal promotor es el mismo Gobierno, que ahora busca combatirlo a través de operativos policiales.
El estado y gran parte del país están “inundados” de vehículos traídos ilegalmente de Estados Unidos, donde sus ciudadanos y la autoridad los consideran “chatarra”.
No hay cifras duras al respecto, pero se estima que diariamente suman cientos las unidades que son ingresadas al territorio mexicano, gracias a la complicidad de una red de corrupción, que inicia en los mismos puentes fronterizos donde los encargados de evitar esa “importación” ilícita hacen como que no ven y no oyen.
No se requiere mucha ciencia para inferir, como le decía al inicio, que el gran promotor del problema de los “chocolates” es el Gobierno en sus tres órdenes, porque al igual que la Federación tanto el Estado como los Municipios han permanecido de brazos cruzados frente a una situación que les genera inseguridad pública, daño ambiental y otra serie de consecuencias sociales adversas.
Por eso llama la atención que hoy las autoridades se rasguen las vestiduras y peguen el grito en el cielo ante el problema que representan los autos extranjeros.
Resulta hasta de risa loca que se estén implementando operativos en las calles para incautar vehículos que circulen sin placas, cuando es obvio que un automóvil que fue ingresado ilegalmente al país no es susceptible de ser emplacado.
Eso por un lado.

Por el otro, es incongruente que las policías estén desatando una “cacería” de “chocolates” en las calles de los principales municipios, mientras simultáneamente siguen ingresando muchos más vehículos por los puentes internacionales.
Ese ha sido el problema de nuestras autoridades, que actúan sin un plan específico.
Por simple lógica o sentido común, para acabar con los autos “chocolates” habría primero que evitar que sigan entrando más por los puentes internacionales.

Mientras no lo hagan así resulta ocioso desplegar cualquier operativo policial con ese fin.
Dicho de otra forma, para sacar los “chocolates” primero hay que cerrar la puerta para que no entren más.
Es innegable que permitir la circulación de cualquier unidad automotriz sin matrícula es agravar el problema de inseguridad pública que padecemos.

Por esa sola razón, es urgente que los Gobiernos asuman su responsabilidad y su obligación de hacer respetar la ley.
EL RESTO.
En las filas perredistas se aprestan a renovar sus cuadros directivos tanto en el ámbito nacional como en el de los estados.
En Tamaulipas, la corriente de Izquierda Democrática Nacional (IDN), no tendrá ningún problema para mantener el control del partido con al menos el 80 por ciento de los miembros del Consejo Político Estatal.
Así ha sido desde hace por lo menos cuatro años y no parece haber forma de que otros grupos debiliten al grupo que encabeza Cuitlahuac Ortega Maldonado.
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com