Rechazan despliegue de Guardia Nacional

MÉXICO, D.F., julio 24 (EL UNIVERSAL).- México, El Salvador, Honduras y Guatemala rechazaron el envío de mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur de Estados Unidos por parte del gobernador de Texas, Rick Perry, a fin de reforzar la seguridad ante la oleada de niños migrantes, al considerar que ello difícilmente contribuye al diálogo regional para lograr una solución de fondo a este problema.

El gobierno de México, por medio de la embajada en Washington, envió notas diplomáticas al Departamento de Estado de Estados Unidos y al gobierno de Texas, para expresar su preocupación y desacuerdo.

En entrevista telefónica con medios de comunicación, el subsecretario para América del Norte de la cancillería mexicana, Sergio Alcocer, quien acompañó al canciller José Antonio Meade a una gira por California, Estados Unidos, dijo que más seguridad “no conduce a la atención integral que el problema de la migración, muy especialmente el de los menores no acompañados, requiere y merece”.

El procurador de Derechos Humanos de Guatemala, Jorge de León Duque, criticó que se recurra a la fuerza para enfrentar la crisis, pues ésta seguirá indefinidamente por falta de soluciones a la marginación en Centroamérica.

El embajador de Honduras en México, José Mariano Castillo, aseguró que esta decisión del gobierno texano sólo pretende intimidar.

“Simplemente es un show (de Rick Perry, que pretende ser candidato presidencial), no le doy importancia, porque una muralla o una Guardia Nacional no va a parar el problema de migración”, dijo.

Aseguró que en el encuentro de los presidentes de Centroamérica con Barack Obama se pedirá un trato especial a los niños y que el dinero que le autorice el Congreso estadounidense no lo utilice para cerrar la frontera o para ayudar a México a cerrar su frontera sur, sino en inversión para desarrollo económico.

En tanto, el embajador de El Salvador en México, Carlos Antonio Ascencio Girón, recordó que su gobierno ha mencionado que la solución al tema debe abordarse desde un punto de vista humanitario y desde la perspectiva de respeto a los derechos humanos.

Este miércoles, la Organización de Estados Americanos emitió una declaración para expresar su apoyo a los gobiernos de la región para que el problema se aborde de forma humanitaria.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se dijo preocupado porque algunos sectores han querido transformar el asunto en un problema de seguridad nacional.

En Washington, el Partido Republicano condicionó la aprobación de los fondos que ha pedido Obama al Congreso al envío de la Guardia Nacional a la zona y a la modificación de una ley de 2008 que dificulta la deportación inmediata de menores de países con los que no se tiene frontera y que viajan solos.