Derivado de un acuerdo entre el PRI y el PAN, este condicionamiento se incluirá en dos artículos transitorios del dictamen que reforma la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que discutirán hoy en comisiones en San Lázaro.
El objetivo es que en el mediano plazo las pensiones o jubilaciones de los trabajadores de nuevo ingreso en estas dos compañías sean financiadas bajo esquemas de cuentas individuales, es decir, ya no sería un contrato colectivo (beneficio solidario), lo que permitirá transitar hacia el Sistema de Ahorro para el Retiro.
Asimismo, se busca incluir un ajuste gradual para determinar las pensiones de los trabajadores en activo.
En el proyecto de dictamen precisan que el pasivo laboral “se ha manifestado como lastre en los resultados financieros de estas empresas, pero no ha afectado su operación”.
Esta decisión se da luego de que los mismos diputados incorporaron el jueves a las leyes secundarias de la reforma energética de Pemex y CFE un adéndum en el que se permite al gobierno federal, a partir del presupuesto del próximo año, absorber los pasivos laborales de ambas empresas, que ascienden a más de 2 billones de pesos.
Miriam Grunstein, catedrática del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), planteó que en una asociación no es posible imaginar a una empresa dispuesta a compartir las responsabilidades laborales que tiene Pemex con su sindicato.
Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), comentó que si no se le quitaba la carga del pasivo laboral Pemex con dificultad podría ser competitiva.
Legisladores del PRI y AN defendieron la propuesta de que el gobierno asuma los pasivos laborales de Pemex y CFE, mientras que integrantes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano la criticaron.
Miguel Barbosa, líder del sol azteca en el Senado, consideró positiva la idea y dijo que ha sido un planteamiento de su partido.