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Ingenio y talento en "La verdad sospechosa"

El paso de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España por el Palacio de Bellas Artes durante el fin semana, ha sido como una bocanada de aire fresco
domingo, 27 de julio de 2014
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MÉXICO, D.F., julio 27 (EL UNIVERSAL).- El paso de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España por el Palacio de Bellas Artes durante el fin semana, ha sido como una bocanada de aire fresco, un ejemplo de vitalidad, ingenio y talento porque hicieron de La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón una obra poderosa, capaz de reflejar a la sociedad del siglo XXI, tan alejada del siglo XVII.


Dirigida por Helena Pimienta y con la versión de Ignacio García May, la compañía tiene la capacidad de apropiarse del texto escrito entre 1618 y 1621 sin traicionar a su autor, por el contrario su respeto es tal que ha logrado introducirse a la entraña, comprenderlo a profundidad para sacarlo a flote en un tiempo en el que la verdad es moneda de cambio y la mentira un cheque en blanco al portador.


El elenco es insuperable. Liderados por Don García encarnado por un grandioso Rafa Castejón, los actores cuentan las dos historias de amor con una sabrosa agilidad y con tal claridad que durante las casi dos horas de función, tienen al público entre la risa franca y el asombro porque se está frente a un redescubrimiento de Ruiz de Alarcón.


La verdad sospechosa se ha presentado en el marco de los 80 años del Palacio de Bellas Artes, inaugurado justo con esta obra que significó el camino a seguir de para construir la política cultural de la modernidad mexicana.

Y la invitación a los españoles para celebrar ha sido un acierto.
Esta Verdad ha sido posible también por una cadena de afortunadas aportaciones, vestuario, escenografía, iluminación, coreografía, selección y adaptación musical, que llevan a la obra a un clímax con un sabor amargo, en ello radica también su éxito, hacer de la obra un carrusel de emociones en donde la mentira se vuelve irresistible.


Si el don García de Castejón es magistral, Jacinta de Marta Poveda, Lucrecia de Nuria Gallardo, don Juan de Sosa de David Lorente, Don Beltrán de Joaquín Notario y Tristán de Fernando Sansegundo, son memorables.


El público mexicano ha sido receptivo a la propuesta de Pimienta, y, sobre todo, agradecido.

 

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