Marco A. Vázquez

Cena de Negros

CENA DE NEGROS

Lunes 21 de julio, dos y media de la tarde, una cuadrilla de trabajadores del Departamento de Jardines de la Presidencia Municipal de Victoria fue recogida por una camioneta propiedad, o arrendada, por el Ayuntamiento, el chofer del vehículo decide llevarlos a refrescarse un poco a un negocio ubicado en una gasolinera cercana, estaban en eso cuando pasa una patrulla del Ejército, los revisa y se encuentran un dinero que estaba destinado a depositarse en un banco.
Ahí empieza la odisea de los trabajadores que ni siquiera tenían conocimiento de la presencia del dinero en el vehículo, los militares los detienen, los golpean, les roban sus carteras, les roban por lo menos 7 mil pesos que los miembros de la cuadrilla traían en conjunto porque era producto de los aguinaldos que habían recibido apenas el viernes anterior, los desaparecen por muchas horas torturándolos psicológicamente y, según consta en las averiguaciones previas, los consignan al Agente del Ministerio Público hasta las 10 de la noche de ese lunes 21, por lo menos 8 horas después de detenidos y los familiares se dan cuenta de su detención hasta el día siguiente.
Obvio, la patrulla de militares, después de asaltarlos, tenía que amedrentar a los trabajadores que no hicieron otra cosa que estar en un vehículo por obligación laboral, les gritan, los golpean con los cascos en diferentes partes del cuerpo, los amenazan, les sacan una presunta lista, los acusan que el dinero lo querían para pagarle a halcones y que los trabajadores, con antigüedad en su chamba que va de los 3 a los 9 años, eran parte de la delincuencia.
El Agente del Ministerio Público en la PGR, una persona de apellido Gómez o Gámez, los interroga, de inmediato se da cuenta que en el asunto del dinero no tenían nada que ver los trabajadores del Ayuntamiento, en pláticas con familiares de los mismos les dice que no se preocupen, que saldrán los cuatro integrantes de la cuadrilla en unas horas más, y cuando se le reclama el dinero argumenta que las carteras de ellos no le fueron entregadas, ni los celulares, ni otras pertenencias.
En el acto se hace presente todo el tiempo el defensor de oficio, un licenciado de nombre Albino que es miembro del Poder Judicial de la Federación, habla con los familiares de los detenidos el miércoles por la noche y les menciona que todo marcha bien, que no hay delito que perseguir y que pronto verán a sus familiares en la calle.
Para el jueves, soldados del Ejército Mexicano se mueven por las inmediaciones de la PGR, se gira una contra orden, el defensor de oficio da a conocer que todos los detenidos, se irían consignados ante el Juez XX1 de Distrito y trasladados a una cárcel de alta seguridad en Veracruz, le dicen Perote, o Villa Aldama, cosa que sucede el viernes al filo de mediodía, y argumentan que eso ocurrió porque el Ejercito y la Siedo, estaba presionando para que así fuera, es decir, no se conformaron con robar a inocentes, querían acabarlos y casi lo logran.
Sacan a seis detenidos, los trasladas en diversas camionetas como si fueran El Chapo Guzmán, Los Arellano, Caro Quintero o La Tuta, se los llevan al aeropuerto, de ahí a la Ciudad de México, de México por tierra a Veracruz, llegan al penal de alta seguridad donde los maltratan psicológicamente, les cortan el pelo, el bigote, la barba, y los aíslan de todo contacto con el mundo, no conocían de su proceso, ni de que les acusaban por lo menos, les siembran miedo, terror, casi les hacen creer que jamás saldrían de ese lugar.
Mientras en Ciudad Victoria era un fin de semana de vacaciones, el defensor de oficio solicitando documentos que se le fueron entregando a la velocidad posible, acuerda con el Juez una ampliación del término, se siguen presentando y documentando cada peso que se traía en el vehículo por parte de los dueños y los trabajadores esperando nomás por su futuro.
Por fin el viernes primero de agosto en la madrugada, 10 días después de que fueron detenidos, el Juez determina que todos son inocentes, que no hubo delito que perseguir, los deja en libertad regresando la confianza en algunas instituciones pero enviándolos, quizá sin conocimiento de causa, a otra odisea más, son liberados en Villa Aldama, Veracruz hasta el sábado a mediodía, sin dinero, sin carteras, sin nada, en pocas palabras, no los regresan a su lugar de origen, los hacen recorrer un largo tramo con todo el peligro y el gasto de dinero.
Hoy los cuatro trabajadores y el resto de los detenidos están en sus casas, libres de culpa, el juez los declaró inocentes, obviamente ya nada será igual para ellos, moralmente dañados, económicamente les robaron lo que ocuparían para el regreso a clases de sus hijos y les hicieron gastar, endeudarse para pagar gastos de traslado, gastos por algo que no debió suceder.
Sus familias por supuesto que también han sido agraviadas, tratadas como si fueran delincuentes, y también con daños en el bolsillo, los hijos de todos ellos llegaron a sentir el miedo de no volver a ver a sus padres por algo que fue una injusticia… todo esto se lo digo con conocimiento de causa, a uno de ellos lo conozco de 42 años, justo mi edad, y le garantizó que no ha hecho otra cosa que ganarse la vida con el sudor de su frente, con trabajo, y metería las manos al fuego por él, por mi hermano.
En realidad esta es una carta a Miguel Ángel Osorio Chong, con copia para su conocimiento a Egidio Torre Cantú, Gobernador de Tamaulipas, Pedro Felipe Gurrola, Comandante de la Octava Zona Militar, Alejandro Etienne Llano, Presidente Municipal de Victoria, al Congreso de la Unión, a Legislatura del Estado, a los organismos defensores de los Derechos Humanos, y a todos los que puedan hacer algo para acabar con las arbitrariedades de algunos elementos del Ejército Mexicano, para que nefastos elementos no sigan ensuciando instituciones como la PGR y el Ejercito.
Le repito, soy un convencido de que las cosas en materia de seguridad pública avanzan de manera adecuada, que la estrategia tiene a esta capital en calma, y lo mismo sucede en el resto de Tamaulipas, lo que no debe ocurrir, por ningún motivo, es que las cosas se quieran hacer al costo de lo que sea, o que los daños colaterales ahora sean contra personas que nomás se dedican a trabajar tratando de engrandecer a Tamaulipas, a nuestra querida capital, Ciudad Victoria.
Les dejo el twitter @gatovaliente para lo que me siga, también el correo electrónico y la cuenta de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com