Alíber López

Optica Política

Optíca Política

Empezaron las clases en Educación Básica provocando la movilización de decenas de miles de padres y madres de familia, rompiendo con la convivencia en el hogar de muchas familias, aunque para otras, terminó el martirio de estarlos cuidando y alimentando en casa, papel que se traslada a las escuelas y a los maestros.
Los gastos extraordinarios de los padres de familia de estos días, han aumentado las deudas de las tarjetas de crédito y los artículos empeñados en las empresas dedicadas a ese negocio creciente de los últimos años.

El regreso a clases es un motivo de movilidad económica del mercado interno, aunque la generación de empleos con buenos salarios, hasta la fecha, ha sido un fracaso de este Gobierno federal que ya lleva casi 21 meses de establecido.
Tan mal andamos en el mejoramiento de la economía, que todos los anuncios de crecimiento se trasladan al futuro, más allá del fin del gobierno de Enrique Peña Nieto (2018), y en porcentajes muy moderados.

Hasta los propios anuncios de crecimiento económico del actual régimen han tenido que ser reajustados a la baja en los casi dos años consecutivos.
Quisiéramos que los anuncios optimistas de crecimiento de la economía en Tamaulipas, como el que hizo recientemente en Victoria, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, se concretaran lo más pronto posible y que los anuncios de que en un lapso de 8 años, solo en Matamoros, habrá una inversión de 8 mil millones de dólares, corresponda a la realidad; la afirmación de que nos va a ir bien, compartiendo con las grandes corporaciones del petróleo, un margen importante de los ingresos petroleros, alrededor de 500 mil millones de pesos anuales, es difícil de entenderle.

Ya en manos privadas la mitad de ese recurso petrolero, ¿pagará lo mismo que PEMEX al fisco?
“Mientras son peras o son manzanas”, a poco más de mes del inicio del proceso electoral 2015, que da lugar a la Segunda Legislatura (LXIII) de este sexenio, arrecian las acciones de proselitismo partidista.

Los partidos nuevos se esfuerzan por aparecer en los medios de comunicación y los partidos poderosos se lanzan a la conquista de votantes ofreciendo despensas familiares, becas lápices, zapatos y cuadernos, entre muchas otras cosas, olvidándose de un discurso congruente con los tiempos que vivimos sobre los problemas sociales, económicos y políticos y sus propuestas de solución.
Los aspirantes a puestos de elección popular no deben subestimar la capacidad de reflexión de la ciudadanía en la gran mayoría, para la toma de decisiones de en la elección de candidatos o candidatas.

Si los que se conviertan en candidatos construyen un discurso coherente respecto a las necesidades de la sociedad y sus posibilidades de solución, si tienen la posibilidad de que ese discurso llegue a las mayorías y si tienen respaldo popular suficiente para tener representantes de casilla que defiendan su voto, tendrán más posibilidades de triunfo.