El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, habla durante la presentación del informe sobre sus primeros cien días de Gobierno. Solís presentó el informe, en el que pidió "paciencia" para aplicar cambios en un Estado que, denunció, ha sido severamente afectado por la corrupción en las últimas décadas. EFE

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, presentó hoy el informe sobre sus primeros cien días de Gobierno, en el que pidió "paciencia" para aplicar cambios en un Estado que, denunció, ha estado severamente afectado por la corrupción en las últimas décadas.
"En las últimas décadas hemos sido gobernados con irresponsabilidad.

Muchas veces, quienes gobernaron, violaron la constitución y la ley (...) el país se nos fue hundiendo en una espiral de corrupción e ineficiencia", expresó Solís en su discurso.
El mandatario, quien cumplió cien días de Gobierno el pasado 15 de agosto, dijo que durante este periodo realizó un análisis de diversas instituciones que arrojó como resultado una "impresionante falta de capacidad de gestión y de postergación de decisiones".
"Hay un desorden inimaginable, una irresponsabilidad insospechada y esto produce corrupción, corrupción y más corrupción", manifestó.
Solís señaló casos puntuales en diversas instituciones como alquileres de edificios innecesarios, desvíos de dinero, pérdidas millonarias, irregularidades administrativas, abuso de pagos de horas extras, pensiones y salarios.
"El problema de la corrupción y la ineficiencia en las entidades del Estado puede ser mayor a lo que imaginaron los más pesimistas.

Urge encontrar soluciones concretas y efectivas porque la irresponsabilidad y las sinvergüenzadas no pueden seguir siendo toleradas", aseveró.
Solís aseguró que cumplirá su promesa de "cambiar la forma de gobernar" en Costa Rica, pero reconoció que enfrenta "resistencias", que, sin embargo, cree que logrará superar.
Para ello pidió "paciencia" a los ciudadanos, sectores sociales, políticos y productivos del país.
"Comprendemos la complejidad y profundidad de este reto.

Sacaremos la tarea, pero para que ello sea posible, reclamo generosidad y mesura, dureza pero objetividad en la crítica. A las cúpulas de poder les digo: déjenme gobernar y avanzar con el mandato recibido de mi pueblo", declaró.
Entre los principales puntos por cumplir señalados por Solís se destacan la aplicación correcta de la ley anticorrupción, la lucha contra el déficit fiscal, una mejor distribución de la riqueza y transparencia en la rendición de cuentas para lograr un "Gobierno abierto".
El presidente calificó como "grave" el déficit fiscal que, según la proyección oficial, cerrará en el 2014 en alrededor de un 6 % del producto interno bruto (PIB).
Para combatirlo, Solís dijo que hay iniciativas en marcha para la contención del gasto, la mejora en la recaudación y la lucha contra la evasión, que se calcula en un 13,3 % del PIB.
Además, reiteró su plan de llevar adelante, a partir del segundo año de su mandato, una reforma tributaria "integral" que no se presentará en un paquete, sino a través de cambios paulatinos como la conversión del impuesto de venta en uno de valor agregado y la implementación de la renta global.
Solís también afirmó que el dinero de los programas sociales no está llegando a las personas más pobres, por lo que prometió lograr una mejor distribución para reducir el porcentaje de pobreza, que es del 21 % de los hogares del país.
En cuanto al empleo, el gobernante afirmó que al final de su administración habrá creado 217.000 nuevos puestos de trabajo de calidad y que además pondrá al día las deudas del Estado con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Solís calificó como "vergonzoso" que Costa Rica sea el "último país de Latinoamérica" en ejecución de créditos para infraestructura otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En ese sentido, prometió que se desarrollarán 19 proyectos de infraestructura por 2.100 millones de dólares ya aprobados por bancos internacionales, lo que elevará la producción en dos puntos.
Solís pidió la colaboración a todos los sectores del país para cumplir con los retos que el Gobierno se ha planteado.
"Debemos actuar con sentido patriótico, construir consensos sociales que alimenten consensos políticos.

Debemos despojarnos de vanidades y egoísmos, vencer las intransigencias. El pluralismo político bien entendido es una expresión de libertad que nutre la democracia", expresó.
Solís pronunció el discurso en el teatro Melico Salazar, en el centro de San José, ante cerca de mil personas, entre las que habían representantes de sindicatos, empresas, partidos políticos, grupos sociales y ciudadanos en general.