SNTE, CNDH y ONG, contra “bullying”

MÉXICO, D.F., septiembre 3 (EL UNIVERSAL).- El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Asociación Nacional de Padres de Familia y la asociación Educadores sin Fronteras elaboraron un Protocolo de Actuación para una Escuela Libre de Violencia, en el que se faculta a los maestros para identificar casos de acoso escolar en sus planteles, e involucra a los padres de familia en la solución del problema.

De acuerdo con el documento, los maestros deberán detectar cualquier caso de violencia en la comunidad educativa o atender de inmediato cualquier reporte recibido por alumnos y padres de familia.

Una vez ubicados los involucrados, los maestros deberán dar aviso a sus directivos y éstos al Consejo Técnico Escolar, quienes deberán establecer las medidas de solución entre víctima, agresor, padres de familia y profesores, detalla el documento.

Las autoridades escolares, según este protocolo, deberán dar seguimiento hasta que se solucione el problema, lo cual se determinará cuando el alumno agresor cambie su conducta, repare el daño y de ser necesario reciba atención psicológica.

Guía para identificar casos
En dicho protocolo se establecen 26 factores de riesgo que los maestros y directivos pueden detectar entre los padres de familia involucrados en un caso de acoso escolar o bullying.

Para detectarlos, las autoridades educativas deberán llamar a los padres de familia y reconocer en la entrevista, entre otras cuestiones, si son “inmaduros”, si minimizan el problema, si tienen déficit intelectual, si toleran las conductas de su hijo, si son exigentes o si usan a su hijo en procesos de separación y divorcio.

Otros signos de alarma son: si existe violencia en su hogar, si hay falta de supervisión de su parte hacia la conducta de sus hijos, si aplican castigos severos contra ellos o por el contrario, los protegen y encubren.

Para hacer frente a un caso de bullying se sugiere en estos lineamientos que los padres de familia del agresor hablen con su hijo de forma calmada, pero directamente sobre su conducta; que le pidan una explicación de lo que pasa; que le hagan saber que cuentan con su ayuda; pedirle que no estimule la agresividad ni la venganza; establecer juntos estrategias de solución para que su hijo cambie de actitud y repare los daños y que elogien sus muestras de empatía e integración.

El protocolo destaca que “los maestros son figuras muy relevantes para erradicar el bullying, a través de su intervención directa cuando estas conductas se presentan”.

Considera que la intervención de todos los involucrados es determinante, “ya que centrarse en el agresor sólo lo culpabiliza y libera de su responsabilidad a los demás miembros de la comunidad escolar”.

Lucha contra la violencia
Además de este proyecto existen programas que ha impulsado el gobierno federal para hacer frente al fenómeno del bullying, y de acuerdo con el segundo Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en el último año se han invertido más de 306 millones de pesos, para fortalecer esquemas de prevención y atención del fenómeno.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer que en cada una de las 15 mil 349 escuelas del programa de Tiempo Completo se están invirtiendo 20 mil pesos para acondicionar, equipar y fomentar la convivencia escolar a fin de solucionar el problema.

Sin embargo, existen diferentes caras de la violencia escolar. Como informó EL UNIVERSAL en su edición de este martes, la CNDH y el SNTE detectaron que los maestros también son víctimas de acoso por parte de los alumnos en los centros educativos, y alertaron que esta situación ocasiona que los profesores estén más preocupados por su seguridad que en enfocarse en la educación de los estudiantes, en detrimento de su aprendizaje
El organismo nacional y el gremio elaboraron un documento en el que alertaron que “los maestros son víctimas de amenazas, contestaciones irrespetuosas, insultos, actitudes de desafío, negativa a obedecer indicaciones, así como robos y daños de bienes —autos, prendas de vestir y pertenencias—, golpes y empujones”.

Así, aunque el documento aclara que los casos de bullying se registran en mayor medida entre alumnos, los maestros no escapan de agresiones.
Según testimonios recabados, el acoso también sucede en redes sociales, donde los mentores son ridiculizados por alumnos, catalogados y discriminados.

Los profesores, de acuerdo con las quejas que han presentado, han detectado conversaciones en internet en las que sus estudiantes se aconsejan para hacer daño al maestro.


EL UNIVERSAL