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Patrimonio histórico

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EL EDIFICIO Garza Zamora es uno de los pocos que tienen tragaluces en forma de claraboya.
* Es responsabilidad del Estado mantener actualizado el inventario del patrimonio histórico y cultural de la entidad, así como diseñar, integrar y mantener vigente un sistema de registro del inventario de los bienes comprendidos dentro de esta concepción
domingo, 28 de septiembre de 2014
Por: Jesús Rivera
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LEGADO HISTORICO



Casi nadie se fija cuando camina por las calles del centro de Reynosa, pero en todos los rincones podemos apreciar el legado de los primeros pobladores.
Pueden ser construcciones sencillas, pero presentan detalles ornamentales interesantes.
Para los amantes de la arquitectura y la historia, no pasará inadvertida la casona que está en la calle Aldama con 167 de Septiembre, propiedad de la señora Elena Straub, tampoco, si se trasladan hacia el sur, el enorme cuerpo de lo que fue el Hotel Habana, en el Barrio El Central; también la vieja estación del ferrocarril, la casa de Beatriz Flores Villar, en Boulevard Morelos con Ejército Nacional, sobresaliendo sus grandes ventanales y decoración con tragaluces circulares (claraboyas).
En lo general, la gran mayoría de los edificios antiguos de Reynosa están en muy mal estado de conservación y sus propietarios no invierten en su restauración a causa del elevado costo.
El catálogo de monumentos y edificios de Reynosa contenido en el Registro Estatal incluye elementos contemporáneos, como la torre del campanario que colocó el Club Sertoma para resguardar los símbolos patrios, en la calle Aldama y los bustos y estatuas de los héroes nacionales que adornan las plazas públicas y principales avenidas.
Actualizar el catálogo significa incluir las nuevas estructuras, como las que se mencionan al principio de este reportaje: el Parque Cultural, el estadio de futbol, la Unidad Deportiva Solidaridad y la futura Casa de la Tierra, por citar algunos.


LA PRENSA / Reportaje.-



Hasta donde se sabe, la última actualización del Registro Estatal de Edificios, Infraestructura, Monumentos Conmemorativos y Murales con Valor Histórico-Artístico-Cultural se realizó durante los últimos años de la Administración de Tomás Yarrington Ruvalcaba, cuando Humberto Valdez Richaud era alcalde interino en Reynosa.
Desde ese entonces se hacía mención que la revisión constante de dicho registro obedece "no a que los monumentos hayan aumentado en número, por el contrario, algunos han sido derribados lamentablemente.

No. Más bien fue a que por diversas razones muchos no fueron considerados en dicho catálogo y porque su presencia nos sigue mostrando el esfuerzo de sus constructores, quienes fueron capaces de crear obras arquitectónicas propias de nuestra tierra acorde a los procesos sociales y económicos que ha experimentado Tamaulipas a lo largo del tiempo y que hoy las podemos identificar a lo largo y ancho de la entidad", se señala en la presentación general del último documento recopilatorio.
"De esa gallardía arquitectónica habla la ejemplar constancia de los hombres del pasado, conformando en su conjunto un legado constructivo tangible en edificios, monumentos, murales y espacios históricos que constitucyen un motivo incuestionable para resguardarlos y preservarlos para orgullo y testimonio de referencias de identidad para la generación presente y las que nos sucederán en el futuro, pues representan buena parte de los lazos que nos atan a nuestras raíces", señala.
Hoy, en Reynosa, el catálogo de monumentos y edificios históricos es más amplio que hace diez años.
Se suman, por supuesto, el imponente Centro Cultural, con su exterior multicolor, el nuevo estadio de fútbol y próximamente, la Casa de la Tierra, de forma geodésica.
Pero no toda la gente conoce el contenido del último catálogo elaborado por especialistas, como el doctor Octavio Herrera, entonces Subdirector del Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT, el arquitecto Alain Didel Carreño Pastrana, el arquitecto José Reyes Coronado Garnica y el arquitecto Oscar Puiz Pérez.

EL VIEJO REGISTRO

El inventario de edificios históricos incluido en el Registro Estatal, empieza con un plano del poblado Reynosa-Díaz, a poco más de veinte kilómetros al poniente de la cabecera municipal de Reynosa.
En la primera fotografía se aprecia el viejo edificio de la Delegación y Cárcel Municipal, actualmente abandonado.
Se describen también con lujo de detalles, ubicación, estilos y épocas de construcción, otros edificios antiguos, como la Iglesia San Juan María Vianey, el antiguo cine y el Panteón Guadalupano del Siglo XIX, con sus tumbas abovedadas.
Del casco urbano de Reynosa destacan las siguientes edificaciones:
El Museo Histórico: Edificio del Siglo XIX usado como casa habitación, localizado en la calle Allende #220, Zona Centro.

Acondicionado en 1991 para ser sede del Museo Histórico Municipal de Reynosa.
Como dato curioso, el kiosco de forja que se encuentra en el patio posterior es el que estaba originalmente en la plaza principal Miguel Hidalgo.

Fue localizado en 1990 en una casa de Reynosa-Díaz, propiedad del ex alcalde Rodolfo Garza Cantú y traído a Reynosa durante la Administración Municipal de Ramón Pérez García.
"El edificio -se señala como observación- que alberga el Museo Histórico de Reynosa es una construcción sencilla pero representativa de la arquitectura regional, lo cual fue precisamente el valor que se trató de resaltar al elegirse para ser restaurado y acondicionado con tal proósito.

Fue construido a base de piedras de sillar y acabados con un aplanado compuesto por una mezcla de cemento, cal y arena, todo en color blanco. La fachada es lisa y cuenta con discretos remates sobre la puerta de acceso y en la esquina del edificio.

Posee en sus vanos herrería de hierro forjado y en su interior conserva en su techo las vigas de soporte y la cubierta a base de bovedillas de tabique y mezcla.

El piso se compone de mosaico o cuarterón, color natural".
Una casa habitación, aún en uso, que data del Siglo XIX, localizada en la calle González Ortega con Morelos, propiedad de Adán Rodríguez Salinas.

Los muros son de ladrillo y adobe de 0.35 metros de ancho, con un área de construcción de 198 metros cuadrados.
En la descripción del catálogo "es un edificio situado en esquina, con un ángulo truncado que da lugar a una fachada en la que se ubica el acceso principal.

Por su estilo arquitectónico, su construcción puede situarse a finales del Siglo XIX. Como materiales de construcción tiene muros de ladrillo y adobe".
La edificación localizada en la calle González Ortega número 950, entre Morelos y Zaragoza.

Aún hoy en día es usada como casa habitación. Fue construida en 1910 con ladrillos, vigas de madera y láminas.
"El edificio es una estructura de ladrillo en muy mal estado de conservación.

Su temporalidad constructiva es indefinida, aunque se le puede ubicar en las primeras décadas del Siglo XX, por no tener mayores rasgos de la arquitectura de la centura anterior, salvo por el material constructivo a base de ladrillo.

No tuvo aplanado en sus muros y los vanos de sus puertas y ventanas son rectangulares, rematados con dinteles de madera, conherrería sencilla en éstas últimas.

El techo se compone de lámina acanalada en cuatro vertientes", según el catálogo.
En la calle Zaragoza con Escobedo, sin embargo, hay otro edificio mucho más interesante.

Actualmente está deshabitado o se usa para comercio. Su fecha de construcción data del siglo XIX y en el catálogo se le describe de esta forma: "Pequeño edificio característico de la arquitectura decimonónica del norte de Tamaulipas.

Su material constructivo básico es el ladrillo, con una cubierta aplanada hecha de mezcla de cemento, arena y cal. Como rasgo distintivo tiene un remate superior de entablamiento, con un arquitrabe que presenta doble talón, seguido por un friso en alto y bajo relieve a lo largo de todo el elemento.

Por último, se adorna con una cornisa denticulada y un repisón inmediatamente arriba".
Aunque en la relación de edificios históricos de Reynosa hay varias decenas de ellos, sobresale también la propiedad ubicada en la calle Matamoros con Escobedo, usada actualmente como casa-habitación y consultorio.

Fue construida entre 1939 y 1940 por el ingeniero Alvaro González (Constructor del Hotel San Carlos y otras casas de la época) por encargo del señor Antonio J. Gutiérrez, quien fuera el primero en instalar una agendia aduanal en la ciudad.

La edificación es otro claro ejemplo de la arquitectura producto de la bonanza económica que se experimentó en Reynosa a mediados del Siglo XX.

Se trata de una casa-habitación cuyo principal rasgo es su sólido torreón que hace un impactante contraste con los cuerpos rectangulares del resto de la casa.

Tiene un porche frontal y también posee terraza. Sus techos están cubiertos con teja roja, que hace combinar el blanco del resto del edificio.

Toda la propiedad está rodeada por una barda que guarda el mismo estilo constructivo".
La construcción ubicada en la calle Guadalupe Victoria número 885 con Morelos es actualmente la sede de una notaría pública de la familia Luebbert.
"Este edificio es uno de los más antiguos de Reynosa.

Se ubica a una cuadra de la Plaza de Armas. Ha sido restaurado desde hace tiempo y presenta algunas alteraciones a su disposición original, porque sus propietarios, la familia Luebbert, le conserva un especial aprecio por su pertenencia con sus ancestros.

Es un edificio sólido que se sitúa en esquina, con una fachada principal orientada hacia el norte, en la que se aprecial los vanos de las ventanas y el acceso.

La otra fachada es completamente lisa. El remate es muy discreto, coronado por una cornisa de ladrillo ligeramente escalonada", se relata.
En la calle Guadalupe Victoria número 303 con Colón está una casa del Siglo XIX, propiedad de la señora Magdalena Adame.
Dice el catálogo: "El edificio en cuestión se localiza en la periferia sur del núcleo histórico de Reynosa.

Por su factura constructiva puede datarse su construcción a finales del Siglo XIX, aunque también pudo haberlo sido a principios del Siglo XX.

Se sitúa en esquina y presenta en ambas fachadas vanos rectangulares de puertas y ventanas. Lo corona una cornisa discretamente escalonada".
A unas cuadras hacia el norte, en la calle Guadalupe Victoria, entre Pedro J. Méndez y Guerrero, se alza una casona residencial que sobresale del resto de las construcciones.
Se trata de un ejemplo de la arquitectura civil dedicada a casa-habitación de mediados del Siglo XX en Reynosa, como rasgos arquitectónicos relevantes está su diseño en dos plantas, con el entrecruzamiento de cuerpos rectangulares, con un porche frontal en su primera planta y una terraza sobre del mismo, sostenida por una columna.

Rematan todo el conjunto los techos de dos aguas recubiertos con teja roja. Posee una chimenea que proporciona a la obra un rasgo de distinción. Conserva la reja original que delimita la propiedad.

Fue construida a base de sillar.
Hay en la Zona Centro, en lo que se conoce como núcleo histórico de Reynosa, una gran cantidad de edificios viejos en lamentable estado de conservación.
El catálogo incluye una sóla edificación en mal estado, la que se localizaba en la calle Juárez con Guerrero y que fue demolida para construir una tienda de conveniencia.
En una esquina de la Plaza Principal, en Zaragoza con Hidalgo, se aprecia un ejemplo típico de la arquitectura norestense.
La construcción, propiedad de Jesús Ramos Gutiérrez, fue habilitada por muchos años para que funcionara como restaurante (La Villa), pero después fue cerrado a causa de la inseguridad.
El catálogo abunda en datos históricos sobre éste elemento: "La casa fue comprada en 1899 por don Alberto Ramos Hinojosa y Lucía Castañeda Téllez.

Es una construcción que data de mediados del Siglo XIX y conserva su estado original, con paredes de sillar, adobón antiguo y vigas de madera.

Se trata de un edificio original del Siglo XIX situado en la contraesquina norponiente de la plaza principal. De una sola planta, fue elaborado a base de sillar.

en esencia conserva su misma estructura, habiendo sido ligeramente modificado para fines comerciales. En un costado conserva intactos los vanos de dos ventanas con sus herrajes originales.

De revestirse ligeramente las alteraciones que presenta, podría este edificio volver a proyectar su imagen original".
Otras muchas edificaciones antiguas se refieren en ésta relación, como la Casa Isassi, la Casa Gutiérrez, la casa de Guadalupe Milán Ramos, en Guadalupe Victoria número 630, la misma Plaza pPincipal y la Parroquia de Guadalupe.
Por cierto, en la descripción que de ella se hace en el catálogo se indica que es la principal iglesia parroquial de Reynosa, la cual se construyó sobre la nave del templo original y del gran patio lateral que lo flanqueaba.

La construcción es de corte modernista y en sí misma representó un nuevo hito en el escenario urbano y arquitectónico de Reynosa.

Se comenzó a edificar en 1950 y se consagró en 1956. El corte esbelto de esta imponente construcción religiosa, en contraste con la vieja torre del campanario de la antigua iglesia de Guadalupe, constituyen sin duda el símbolo de dos épocas históricas de Reynosa: el recio pasado y el dinamismo de los tiempos modernos.

Su planta es de diseño cruciforme, siendo su nave principal una estructura ovalada, en cuyo crucero descansa una amplia cúpula. Todo el edificio está elaborada a base de concreto y recubrimiento de piedra laja, especialmente en sus altas torres paralelas que flanquean una fachada lista cuyo relieve importante es un enorme crucifijo en mármol de Carrara, obra del escultor italiano Mario Moshi.

En su interior posee igualmente varios destacados vitrales y detalles distinguidos en el altar, el presbiterio y el comulgatorio. Por la similitud de sus trazos y concepción arquitectónica, se identifica a esta iglesia con la de la Purísima, localizada en la ciudad de Monterrey.
Por falta de espacio no podemos describir aquí otros edificios históricos igualmente importantes, como la Casa de la Cultura, el edificio Garza Zamora, el edificio Peña Vidaurri, donde se encuentra el mural del conocido pintor mexicano Desiderio Hernández Xochitiotzin, la vieja secundaria Escandón, la casona semicircular de José Guadalupe González, en Morelos número 755, el edificio Treviño, en la calle Virreyes, de la antigua Zona Rosa o la Plaza de Toros Reynosa.

 

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