Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

El Fonden y una mentada…

“Entregan apoyos a familias afectadas por Ingrid”, dice el titular de una nota aparecida en un periódico tampiqueño la semana pasada.
“Dichos apoyos fueron entregados a través de tarjetas canjeables para la adquisición de enseres domésticos, mismas que tienen como objetivo subsanar los daños provocados en los muebles de los hogares domésticos” cita el texto.
La noticia no tendría nada de llamativa a no ser por una razón: ¡ ¡ ¡ que el huracán Ingrid golpeó a Tamaulipas en septiembre del 2013!!!.

Es decir, los damnificados por el fenómeno meteorológico están recibiendo el apoyo gubernamental, ¡ ¡ ¡Un año después!!!
Esa es la “rapidez” con que funciona el Fondo Nacional de Desastres Naturales, el llamado Fonden.

Así de “inmediato” se mueve la maquinaria burocrática para tenderle la mano a quienes son víctimas de la fuerza destructora de la naturaleza.
La verdad es que, desde cualquier ángulo que se le vea, se trata de un insulto a la dignidad de las personas, el que un auxilio, que debe ser al momento, se tarde doce meses en llegar.
De ahí nace la indignación social con la forma de conducirse del Gobierno.

Y cuando hablo del Gobierno me refiero al federal, al estatal y al municipal.
Imagínese usted cómo se siente alguien que de la noche a la mañana pierde su patrimonio por los efectos de un huracán.

Seguramente habrá en su mente temor, desesperación, incertidumbre.
Pues bien, imagínese ahora cómo se siente esa misma persona cuando un funcionario del Gobierno le llega, un año después, a regalarle una tarjetita para que vaya a una tienda por enseres domésticos, y que seguramente a cambio le pedirá tomarse una foto con él para luego publicarla en el Facebook o en un boletín.
En vez de un “gracias”, muy seguramente lo que saldrá de sus labios será un recordatorio maternal.
No.

Ya es tiempo de que los Gobiernos se dejen de politiquería, de querer sacar raja electoral hasta de la desgracia ciudadana.
Es el momento de que las “mentes” brillantes del sistema se pongan a trabajar en el diseño de un mecanismo que garantice un auxilio inmediato para las víctimas de desastres naturales.
Ante la recurrencia de desastres naturales, sobre todo de aquellos originados por los efectos de tormentas tropicales o huracanes, es urgente que se diseñe un fondo económico con reglas simples, que sin tanto burocratismo, permita auxiliar a las víctimas en cuestión de días, o quizás horas.
Debe haber, incluso, un fondo federal, uno estatal y otro municipal.
Y es que, pretender dar ayuda un año después de ocurrido un desastre, como ocurre ahora con el Fonden, es, le insisto, una verdadera mentada de madre.
ASI ANDAN LAS COSAS.
roger_rogelio@hotmail.com