Rogelio Rodríguez Mendoza

Confidencial

Tarifa para pobres

El anuncio salió del Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), René Salinas Treviño: Victoria será la primera ciudad que estrenará, en Tamaulipas, la llamada tarifa preferencial, que en términos populares se le conoce como “Tarifa Vip”.
De acuerdo con la explicación oficial, habrá microbuses o taxis, que por ser unidades de modelo reciente, con aire acondicionado y otra serie de comodidades, aplicarán un cobro especial para sus usuarios.
Quienes no acepten o no puedan pagar esa tarifa, tendrán que usar los microbuses “normales”, los desvencijados, sucios, con choferes que te tratan con la punta del pie, y que te torturan literalmente con el volumen de sus aparatos de sonido.
Dicho de otra forma, lo que se pretende en el transporte público es que haya un servicio de primera y otro de segunda, o de tercera y tal vez hasta cuarta.
La idea de la autoridad tiene muchos puntos cuestionables.
Veamos: Por principio de cuentas habría que decir que, la ley fija requisitos y obligaciones para los usuarios como condición para obtener y mantener una concesión del transporte público.

Una de las principales exigencias es de que la unidad cumpla con ciertas características de modelo y condiciones mecánicas, que garanticen seguridad y comodidad al usuario.
Como una de las características de toda ley es su generalidad, es decir que es de obligación para todos y no para unos cuantos, resulta incongruente entonces que se pretenda ahora premiar a quienes cumplen con ella, otorgándoles el derecho a cobrar una tarifa Vip tan solo por el hecho de tener un vehículo de modelo reciente cuando esa es una condicionante para obtener y mantener la concesión.
No.

La obligación de la autoridad es de exigir al concesionario que cumpla con la normatividad , y si no lo hace tan sencillo como cancelarle el documento.

No hay porque ofrecerle nada a cambio y menos a costa del usuario
Eso por una parte. Por la otra resulta a todas luces discriminatoria una acción como la pretendida , de fijar una tarifa para “pudientes” y otra para pobres.

Es ofensivo para el ciudadano que se le quiera tratar de esa forma.
En vez de ello, lo que las autoridades del transporte público deben hacer es cumplir y hacer cumplir las disposiciones establecidas en la norma.

Con eso será suficiente para que el transporte público de Tamaulipas sea de calidad.
Además, fijar tarifas diferenciadas podría sentar un mal precedente, porque de rato van a querer hacer lo mismo en otros servicios públicos.
¿O no cree usted?
EL RESTO.
Es innegable que bajo el contexto de inseguridad pública que prevalece en el estado y el país, la disciplina y la dureza del Ejército Mexicano es necesaria y justificada para enfrentar al tipo de delincuencia que nos agobia.
Lamentablemente, la mayoría de los militares no saben nada o saben muy poco de que como sociedad nos regimos bajo leyes y normas que nos otorgan derechos y obligaciones, y la consecuencia de ello es que con demasiada frecuencia incurren en abusos y atropellos contra ciudadanos inocentes.
Vistas de esa manera las cosas, algún mecanismo debe encontrar la autoridad para, por una parte mantener la presencia militar en las calles, y por la otra para evitar que los soldados sigan incurriendo en excesos contra la sociedad civil.
De ello, hay un ejemplo reciente, ocurrido en la delegación de seguridad pública municipal de Victoria, donde un teniente que se desempeña como jefe de operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, incurrió en una serie de excesos contra menores detenidos y un joven que había sido detenido alcoholizado.
Pero ese es un tema que merece mayor espacio.
ASI ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com