Cruz Azul se juega la vida en su visita al Alajuelense de Costa Rica, al cual está obligado a ganar para avanzar a los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf, dentro del Grupo Seis.

Cualquier otro resultado orillará a La Máquina a entregar el cetro de la competencia.
Tener cuatro puntos, luego de tres jornadas disputadas, obliga a la Máquina a pitar en San José.

Y deberá hacerlo a pesar de algunos curiosos sucesos que parecen predecir una debacle cementera.
El primero de ellos es que el cuadro tico ya venció a un equipo mexicano: el América, el año pasado.
El segundo es que el encuentro será pitado por el salvadoreño Elmer Bonilla, quien el año anterior estuvo en el triunfo del Alajuela sobre las Águilas en el que sancionó un penal que le dio el triunfo a los ticos.
El tercero es la hostilidad del público costarricense, que ya amenazó con abarrotar el estadio Alejandro Morera Soto en busca de que los locales obtengan al menos el empate para avanzar a la siguiente ronda.
En su pasado compromiso dentro de la fase de grupos disputado en el estadio Azul, Alajuelense y los de la Noria registraron un empate a un gol.
El cuadro celeste acentuó así una crisis de resultados, lo que le valió recibir muchas críticas.
A pesar de ganar el llamado “clásico joven” al América por marcador de 4-0 en la Liga mexicana, los cementeros no terminan de levantar, pues vienen de caer 1-0 en su visita a Tigres.
El cuadro celeste llegará con toda esa presión y la necesidad de ganar este encuentro que lo lleve a la siguiente ronda de la Concachampions, pues una derrota que le signifique su eliminación le provocará muchas críticas en su país por considerarlo un fracaso.
Y es que el actual campeón del certamen no puede darse el lujo de quedar eliminado sin pelear hasta el final, por lo que está obligado a salir con todo por el resultado que le permita calificar.
Cruz Azul es segundo del sector con cuatro unidades, una menos que el líder Alajuelense, equipo que aprovechará la presión con la que estará su rival por su necesidad de ganar para salvar el torneo y la honra.