Ofician misa por normalistas en Chilpancingo

CHILPANCINGO, Gro., octubre 23 (EL UNIVERSAL).- La marcha-peregrinación que inició en la normal rural de Ayotzinapa, en la que participaron padres de familia, maestros, normalistas y congregaciones religiosas, culminó tras cuatro horas de caminata en una misa pastoral oficiada por sacerdotes y el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro, quien llamó a la reconciliación y pidió a quienes se llevaron a los 43 normalistas "que los regresen con vida".

El sacerdote dijo que los religiosos del obispado, al igual que los padres de familia de los 43 normalistas "sentimos un dolor profundo por su desaparición, y esta misa es para pedir al Creador que estén con vida, para llamar a la concordia y por el respeto a la vida".

La misa inició a las 17:00 horas y, coincidentemente, culminó a las 17:56 horas, en el momento en que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, daba a conocer que pedirá licencia para dejar su cargo.

En tanto, el obispo Alejo Zavala, en entrevista, señalaba que la Iglesia "tiene esperanza de que estén vivos".
En torno a las declaraciones del padre Alejandro Solalinde Guerra, respecto a que los 43 normalistas ya están muertos, dijo que desconoce si esto sea cierto, "no sé si sea una noticia cierta, pero yo confío que estén vivos y que pronto aparezcan".

Agregó que hasta el momento desconoce quiénes son los responsables de la desaparición de los jóvenes, pero el obispado pide que quienes se los llevaron pronto los regresen vivos.

En la marcha que inició a las 12:00 horas en la entrada a la normal de Ayotzinapa, y que culminó pasadas las cinco de la tarde, Rafael López Catarino, padre del normalista desaparecido Julio César López Patolzin, también pidió a quienes secuestraron a los normalistas, entre ellos su hijo que va en primer año de la carrera para maestro de primaria, "que me lo regresen con vida o si no que se atengan a las consecuencias".

Lo anterior lo dijo después de expresar que le da dos días al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para que les entreguen vivos a sus hijos, porque por el dolor, la angustia, la tristeza y el coraje, lo van a obligar a solicitar ayuda de otras personas.

Sin embargo, añadió que él y el resto de los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos, abrigan la esperanza de que estén con vida, porque, sin precisar fecha, a pesar de que les han hecho llamadas de que sus hijos ya no están vivos, hubo una llamada de auxilio de parte de los alumnos desaparecidos, que según se encontraban en un rancho, sin precisar también en qué lugar.

Y hasta pidió a los presuntos secuestradores del grupo criminal Guerreros Unidos aceptar los 64 millones de pesos que está ofreciendo el gobierno federal como recompensa por dar a conocer el paradero de los jóvenes.