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Siguen tras pista del asesino de ex diputado

Un vehículo Volkswagen Beetle negro, que salió a toda velocidad de la calle Francisco Sosa en la colonia Del Carmen en Coyoacán, instantes después del homicidio del ex diputado priísta
miércoles, 29 de octubre de 2014
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MÉXICO, D.F., octubre 29 (EL UNIVERSAL).- Un vehículo Volkswagen Beetle negro, que salió a toda velocidad de la calle Francisco Sosa en la colonia Del Carmen en Coyoacán, instantes después del homicidio del ex diputado priísta Gilberto Arturo Sánchez Osorio, es buscado por la procuraduría capitalina.

El análisis de las cámaras de seguridad arrojó que segundos después del asesinato, la noche del 22 de octubre pasado, el Beetle avanzó rápidamente pasándose varios topes.

Las autoridades sospechan que en ese coche escapó el sicario.
Agentes de la Fiscalía de Homicidios a cargo de Marco Enrique Reyes, buscan en la zona cámaras de casas o negocios en espera de que alguna de ellas hubiera captado su matrícula.

De acuerdo con el avance de la investigación, ese automóvil estaba estacionado metros adelante del sitio donde fue asesinado el suplente del diputado federal Manuel Añorve y arrancó después a toda velocidad.

Una cámara lo captó a las 22:37:23 horas, sobre la calle Francisco Sosa. El crimen de acuerdo con los reportes policiacos ocurrió segundos antes.

Al analizar la ruta del Beetle los agentes de la PGJDF lo ubicaron circulando por Miguel Ángel de Quevedo, después tomó calzada de Tlalpan y avanzó al centro de la ciudad donde le perdieron la pista un minuto después de las 23:00 horas.

Hasta el momento se sabe que el sicario que asesinó al líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), lo esperó afuera de su casa durante al menos dos horas, pues la víctima no tenía una hora fija para llegar.

Según lo asentado en el expediente FCY/COY2/T2/1848/14- 10, después de dispararle al priísta con un revólver, amenazó a las dos personas que lo acompañaban y escapó caminando.

Las autoridades consideran que posteriormente abordó un auto, presumiblemente el Beetle negro.
El sicario, de acuerdo con los dos testigos, era un hombre de unos 30 años, delgado, de 1.70 metros de estatura, tez morena y que llevaba puesta una sudadera gris clara.

Debido a que lo vieron por escasos segundos, no aportaron pistas para la elaboración de un retrato hablado.


EL UNIVERSAL

 

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