Marco A. Vázquez

Cena de Negros

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Con alma de sicarios…

jueves, 30 de octubre de 2014
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Más allá de los adjetivos en contra del Partido Acción Nacional que utilizó el Diputado de Nuevo Laredo, Salvador Rosas Quintanilla, para declararse independiente, hay asuntos de fondo que deben revisarse por el PAN y los obliga a emitir un posicionamiento al respecto.
Hace un par de semanas se filtró que Rosas Quintanilla fue amenazado, recibió insultos, e incluso se habla de una patada, por parte del Diputado de Matamoros, Juan Patiño, esto, al negarse a no saludar el Escudo de Armas de Tamaulipas como lo habían acordado los azules en su junta previa, al respecto, legislador de Nuevo Laredo interpuso una queja en el PAN, solicitó que se tomaran cartas en el asunto, nadie le hizo caso y hoy se declara Diputado independiente, y asegura que se va del lado azul, “asqueado, decepcionado, y traicionado”.
Además de ignorar la queja y hacer justicia, dijo, se va porque el PAN hoy es un partido de tribus, de ambiciosos del poder que utilizan toda clase de recursos para promover a sus tres candidatos a la gubernatura, Carlos Canturosas, alcalde de Nuevo Laredo, Leticia Salazar de Matamoros, y Francisco García de Reynosa.
Pero, le repito, los adjetivos y las calificaciones sobre el PAN en labios Rosas Quintanilla salen sobrando, el dolor, las ganas de golpear políticamente al enemigo intimo, la decepción que le provocó el partido al dejarlo solo, pueden haber hecho mella y arrebatarle palabras que no necesariamente se tienen que dar por ciertas, lo que debe preocuparnos, y mucho, es que los políticos se estén comportando como sicarios, como verdaderos cavernícolas.
“Me volvió a amenazar (Patiño), me volvió a decir te tienes que retractar de lo que dijiste y si no atente a las consecuencias”, dijo Rosas Quintanilla, al asegurar que sí fue golpeado.
“No se les puede decir una sola palabra que les incomode (a Patiño Cruz y Rivas Cuéllar, coordinador de los Diputados del PAN) o hacer algo que les inconforme porque te golpean, todo les afecta, hasta ponerse la mano en el pecho para saludar al Escudo de Armas de Tamaulipas.
“No temo por mi seguridad pero cualquier cosa que me suceda los hago responsables a ellos (Juan Patiño Cruz y Enrique Rivas Cuéllar), los cuales se inconformaron sólo por hacerles algunas observaciones en el sentido de que va un año que ha visto al PAN peleándose en el ejercicio legislativo y que tenían que sentarse a negociar para sacar adelante las acciones necesarias que beneficien a los tamaulipecos y que no asumieran una actitud de perlar por pelear”, se expresa en una entrevista que brindó Rosas Quintanilla a quienes cubren el Congreso.
Y eso es precisamente lo que preocupa, que los políticos quieran arreglar sus diferencias a golpes, e incluso, con amenazas que parecen de muerte.
Cierto, nuestros políticos tienen alma de sicarios (hay que decir que el PAN no tiene la exclusiva sino que sucede en casi todos), de hombres y mujeres demasiado limitados para lograr convencer a sus compañeros, o sus enemigos, con argumentos, con información solida que los lleve a coincidir con sus opinión, y, ante esas carencias, deciden amedrentar, golpear, e incluso llegar a las amenazas de muerte.
Dentro de todo, igual da mucha tristeza la respuesta de Enrique Rivas Cuéllar, coordinador de los Diputados del PAN en el Congreso que se muestra muy dolido por el abandono de la fracción que hace Salvador Rosas Quintanilla, lo insulta con calificativos de borreguito, de débil, pero jamás hace un pronunciamiento sobre la violencia de que fue objeto el neoralredense.
Al contrario, el coordinador del PAN acusa que todo fue maniobra de alguien que los quiere dividir, que es parte de la elección del año que viene, que intentan hacer creer que el PAN está dividido por las aspiraciones a la gubernatura de Carlos Canturosas, Francisco Javier García, y Leticia Salazar, obvio, otra vez omitió los golpes que recibió Rosas Quintanilla y menos se atrevió a señalar la violencia que practica su todavía compañero de bancada Juan Patiño Cruz.
Ese es el problema de fondo, que los políticos practiquen la violencia, se comporten como asesinos frustrados, como políticos con alma de sicarios cuando en este Estado, en este país, nos encontramos hasta la madre de eso, de ver que la gente resuelve sus problemas con golpes, a balazos.
Ojalá, por el bien de todos, lo del PAN sean solo palabras que salieron en lo caliente de las discusiones, de las ofensas de sentirse golpeado, del coraje que provocan las amenazas de facinerosos en contra de otros que hasta ahora se ven solventes moralmente, es decir, ojalá que todos sean puras habladurías al amparo del fuero que tienen los legisladores del PAN y que sea una mentira eso de que tienen alma de sicarios, más ahora que Tamaulipas los necesita sanos, fuertes, y como una propuesta real para competir con otros políticos que pudieran resultar malos para nuestros intereses como Entidad, como nación.
En otras cosas… también del Congreso se desprende la propuesta de que tendremos Alcaldes y Diputados locales que podrán reelegirse hasta por tres ocasiones, ojalá pronto a alguien se le ocurre decir que todos ellos, antes de arribar al poder y los presupuestos donde podrían perdurar hasta 12 años, serán sometidos a pruebas de control y confianza, digo, si un mal alcalde o un mal Diputado en tres años hacen un desmadre, imaginen lo que lograría en 12.
Les dejo el twitter @gatovaliente para que nos siga, también el correo electrónico y la cuenta de facebook a sus órdenes para lo que guste y mande… marcovazquez20001@hotmail.com

 

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