Los votantes en Texas se aprestan este martes a otorgar de nuevo su apoyo al Partido Republicano para que continúe gobernando cada una de las oficinas publicas de la entidad, como lo ha hecho en forma consecutiva desde hace 16 años.
Los republicanos en Texas se disponen a retener el control de la gobernatura, la vicegobernatura, el Senado, la Cámara de Representantes y las demás oficinas estatales cuyos titulares son designados por elección, según los más recientes sondeos.
Texas elegirá este martes a su primer nuevo gobernador en 14 años, luego que el actual Rick Perry quedara impedido para una nueva reelección tras permanecer en el cargo desde finales de 2000, primero como interino y luego electo en 2002 y reelecto en 2006 y 2010.
Sin embargo, según la encuesta realizada la semana pasada por la Universidad de Texas y el portal noticioso Texas Tribune, el nuevo gobernador de esta entidad estadunidense seguirá siendo republicano.
En el sondeo, el candidato republicano a la gobernatura, el procurador general Greg Abbott, encabezó las preferencias electorales con un 57 por ciento, contra un 37 por ciento que favorecía a su contrincante, la senadora demócrata Wendy Davis.
También, en el sondeo el candidato republicano a la vicegobernatura, el senador Dan Patrick, superó en 17 puntos a la demócrata Leticia Van De Putte, a pesar de que el primero es visto por muchos como un político extremadamente conservador que promueve medidas antiinmigrantes.
Por su parte, el senador federal republicano John Cornyn parece dirigirse a una cómoda victoria este martes al superar hasta por 22 puntos en las encuestas a su contrincante demócrata David Alameel.
Los sondeos muestran que los candidatos demócratas son claramente favorecidos por los votantes hispanos y muchos centran su esperanza en la participación de este grupo étnico en las urnas para poder romper el dominio republicano.
Empero analistas políticos consideran que aun cuando el incremento de la población hispana en Texas está inclinando el voto a favor de los demócratas, todavía falta tiempo para que se rompa el dominio que el Partido Republicano ha tenido en esta entidad.
Los republicanos, conscientes también de la fuerza electoral de los hispanos, se están esforzando cada vez más para conquistar el voto de este grupo étnico y atraerlo a las filas de su colectivo político.
Abbott, el candidato republicano a la gobernatura, ha mantenido en forma constante anuncios de campaña de radio y televisión en español y ha visitado los condados del sur de Texas casi una veintena de veces en los últimos meses.
También nuevas figuras en las filas republicanas podrían atraer el voto hispano y prolongar el predominio de ese partido en Texas.
En la elección de este 4 de noviembre, George Prescott Bush, hijo del exgobernador de Florida, Jeb Bush, sobrino del expresidente George W. Bush y nieto del también expresidente George H. W. Bush, podría ser electo como comisionado de Tierras de Texas, y dar con ello el primer paso para continuar la dinastía política de su familia.
George P. Bush, de 38 años de edad, sería el primer político hispano miembro de la dinastía Bush, al ser hijo de la inmigrante mexicana naturalizada estadunidense Columba Garnica Mayo.
Bush habla el español y con relativa frecuencia emite opiniones sobre asuntos que interesan a la comunidad hispana.
Su participación en política hará que el Partido Republicano cuente con una figura nueva y fresca para atraer el voto hispano en los próximos años.