Ma. Teresa Medina Marroquín

Orbe

¿Noticias que no tienen la menor importancia?

Figuras centrales de los periódicos, noticieros y de la crítica especializada o no, inclusive platillo apetitoso de las redes sociales, son como siempre los políticos y funcionarios que detentan poderes y presupuestos públicos.
A veces da la impresión de que los medios acostumbran meterlos a todos ellos a una especie de licuadora y/o batidora para luego, según la velocidad a que hayan sido sometidos, sacar algo así como un amasijo mazacote listo para darle vuelo a la viboreada, y no exactamente al análisis al que estamos obligados.
¿Dónde está, dónde anda, por qué se esconde o cuál es la causa de que se le vea poco o nada o de plano sea relegado el periodismo científico, religioso, cultural, financiero o costumbrista?
¿Fallaron los antiguos maestros del periodismo al no habernos enseñado y guiado a observar y comentar sobre otros mundos que orbitan alrededor del nuestro?
Es probable que sí, aunque si estuvieran entre nosotros dirían defendiéndose justamente de que en sus tiempos ---donde dominaron los héroes, los caudillos, los revolucionarios, los caciques, los señores de horca y cuchillo, los dictadores y todos aquellos que presumían que su partido era capaz de llegar a donde ni siquiera Dios había llegado jamás---, sólo se podían abordar (sin remedio) los temas políticos y de poder.
¿Pero hoy en día, cuando todas nuestras aldeas mexicanas se han convertido en ciudades o metrópolis atiborradas de edificios, avenidas y vehículos, e insertadas totalmente en ese fenómeno geopolítico que ahora llamamos aldea global, tendremos justificación de no buscar otro tipo de notas que refresquen, despejen y desahoguen las páginas electrónicas y de papel de los medios informativos?
¿Importará más la nota del “político” que habiendo sido ya dos o hasta tres veces diputado (local o federal), regidor, alcalde, senador, y en suma todo un grillote profesional sin los resultados contundentes ofrecidos por las expectativas de sus campañas proselitistas (donde se dio el lujo de postularse hasta por varios partidos), que el hecho gravísimo de que la selva amazónica esté siendo rapada por grupos criminales, y cuya deforestación haya alcanzado en este 2014, y sólo en su parte brasileña, más de 1,000,000 de kilómetros cuadrados, significando el 22 por ciento de toda su vegetación?
Por increíble que sea, a muchos les importa un rábano lo que sucede en esa región del mundo, siempre y cuando no se politice, como si la destrucción de esas gigantescas reservas naturales no fuera vital para la sobrevivencia humana como de la fauna y la flora.
También importa muy poco que en el Vaticano hayan descubierto un vehículo con drogas y otros con millones de euros sin nadie a quien culpar, mientras el Papa Francisco se erige en un crítico de la corrupción de los gobiernos y del capital mundial, esforzándose en que la Iglesia sea una lumbrera en medio de la oscuridad que habitamos.

Y todo eso sin contar la perversión de ya no se sabe cuántos sacerdotes pederastas.
Tampoco los convence a tocar temas inconcebibles para la raza humana como el que los polos de la Tierra se estén derritiendo no sólo con el peligro ya real y presente de que los mares se desborden, sino que al ser modificados los efectos magnéticos quedemos expuestos a fenómenos que harían de nuestros actuales problemas sociales y políticos y financieros todo un conjunto de paraísos, en un descuido la tierra prometida que no nos damos cuenta habitamos.
¿Cuántos temas que representan una gravedad enorme para la humanidad son constantemente menospreciados por los medios, todo por cubrir y abarcar perfiles y semblanzas de muchos individuos que no han cumplido con sus obligaciones políticas?
Podríamos continuar hablando por largo tiempo de otras alteraciones que impactan la vida humana y del planeta, desde los mares y ríos contaminados, la carrera capitalista de los magnates por enriquecerse, los volcanes que todos los días dan señales de peligro, los socavones que aparecen en diversas regiones del mundo, de los jóvenes que no encuentran oportunidades de desarrollo, de la pobreza que ya alcanza 2,500 millones de individuos en todo el mundo, de las migraciones de millones de personas que huyen de sus países por diferentes amenazas y de las epidemias incontrolables de cáncer, sida, ébola y otras tantas, mientras las superpotencias derrochan cantidades inmensas de dinero al andar explorando otros planetas y tratando de conquistar otros mundos cuando ni siquiera los hemos logrado con el nuestro.
Pero de lo que se trata es de impulsar el equilibrio informativo y resaltar todo ese ocultamiento de noticias que al no conocerlas nunca podremos reflexionar al respecto ni destacar las opiniones, los reclamos y los ecos de una sociedad a la que se le tiene ajena, como si fueran niños, acerca de los enormes temas y peligros, donde tiene mucho que decir, aportar y resolver.

¡Feliz inicio de semana!
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