Alíber López

Optica Política

Optíca Política

Dentro de las múltiples noticias internacionales encontramos, una muy aleccionadora de lo que debe ser la coexistencia y el aprender a vivir aun con las diferencias entre los países y entre las personas y aún entre las contradicciones partidistas en un país.

Cuba y EUA (Estados Unidos de América), Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el restablecimiento de las relaciones entre sus países, rotas en 1961, por la nacionalización de las empresas extranjeras en Cuba, que provoca la invasión norteamericana fracasada, de Bahía de Cochinos.

La mediación correspondió al Vaticano, principalmente al Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio).
Cuando Cuba recibió elogios de John Kerry, Ministro de Estado de EUA, por su solidaridad con los países africanos que padecían el ébola, ya se habían realizado múltiples reuniones entre representantes de Cuba y Estados Unidos, algunas de ellas en Canadá.

Ambos países intercambiaron presos que realizaban espionaje. El espía norteamericano entregado por Cuba a cambio de 3 cubanos fue considerado por Obama como uno de los agentes más importantes de Estados Unidos.
La revolución Cubana de 1959, derrotó a la dictadura de Fulgencio Batista.

Los combatientes encabezados por Fidel Castro Ruz, que se internaron en “Sierra Maestra” en 1956, y desde ahí, con batallas guerrilleras, se ganaron el respaldo popular que acabó después con Batista, hace ya más de 55 años.
En momentos en que la Dictadura de Fulgencio Batista parecía haber doblegado la incansable lucha iniciada por los cubanos desde 1868, culminada con una inconclusa independencia de España en 1895 y un intento por derrocar al imperialismo en los años “30s”, el asalto al Cuartel Moncada en julio de 1953, considerada la Segunda Fortaleza Militar de la Dictadura en la isla, desencadenó una revolución popular que conmocionó al pueblo cubano y le hizo reencontrarse con las mejores tradiciones revolucionarias de los tiempos de José Martí.
En aquel tiempo, Cuba era una República dominada por los norteamericanos que mantenía una corrupción escandalosa con los gobernantes, tenía convertido a Cuba en un prostíbulo y realizaba una política de marginación y explotación de las masas trabajadoras del campo y la ciudad, de manera que cuando Fidel Castro era juzgado como participante del “Asalto al Cuartel Moncada”, convirtió su alegato ante los jueces, prácticamente en una plataforma política de la oposición a la dictadura que por las denuncias de todos los atropellos de la Dictadura “Batistiana”, tuvo un efecto multiplicador en la sociedad.
“La Historia me Absolverá”, fue el título del alegato de Castro ante los jueces, que pronto se cumplió, luego de la expatriación de Fidel y su posterior desembarco en 1956, después de haberse entrenado en el Distrito Federal, Tuxpan y Abasolo, Tamaulipas, internándose en la Sierra Maestra y propiciando la explosiva transformación social contra la Dictadura que permitió a Fidel Castro, adueñarse de la isla, recorriéndola felizmente en los primeros días de 1959, convirtiéndose pronto en gobernante.
Entre 1954 y 1956, FIDEL CASTRO estuvo en Matamoros, Tamaulipas, precisamente en tiempos en que el contrabando era una actividad fructífera, fenómeno que propició el enriquecimiento de algunas importantes familias matamorenses, debiéndose su estancia, en parte, a los oficios de un cubano que se apellidaba AMPUDIA y se dedicaba a la construcción.
Un hermano de él, lo trajo a Matamoros para pasar de contrabando las armas que necesitaba para su proyecto revolucionario, según nos relataba en el restaurante “Los Faroles”, el difunto don SEBASTIÁN GARCIA RIVERA, agricultor muy reconocido de la localidad quien se desempeñaba en esos oficios acompañando a los ingenieros que desarrollaban algunos proyectos de importancia en el municipio.

A don “Sebas” le tocó cooperar con 200 pesos de aquellos tiempos, en los que varios matamorenses tuvieron también el privilegio de convivir con un hombre que con el tiempo se convertiría en el único líder de la postguerra, vivo y pensante todavía, luego de enterrar a MAO TSE TUNG, STALIN, Joseph Broz Tito, Nelson Mandela y toda la pléyade de líderes mundiales de la postguerra.
Cuba es hoy un país muy avanzado en biotecnología, con un sistema educativo que tuvo su soporte principal en el logro alcanzado a principios de los años “60” del siglo pasado, de ser el primer país latinoamericano, y quizás de los primeros del mundo, que acabó con el analfabetismo.
Es un país que destaca mundialmente en deportes, en acciones de solidaridad con los pueblos del mundo y que ha sobrevivido al boicot económico al que lo ha sometido la potencia más poderosa del mundo, solo por ser el primer país que inició la construcción del socialismo en América Latina. Ahora se inician nuevos tiempos.