Melitón Guevara Castillo

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Vacaciones

sábado, 20 de diciembre de 2014
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A lo largo del año disfrutamos varios periodos vacacionales. Y, claro, sin contar con los puentes; cuando menos dos periodos son muy significativos: el de mediados de año, el más largo para quienes somos docentes, y el de fin de año, el que se conoce como “de Diciembre” o fin de año.

De los dos, creo que el último, el actual, es el que tiene mayor significación para medio mundo… por ser la Navidad.
Hay un detalle: las vacaciones son una costumbre laboral, pero también son una necesidad para todos: al trabajo, nos dicen, debe corresponder un momento de descanso.

Y es para todos, al menos, los que tienen un trabajo formal: va en consonancia con la antigüedad del trabajo. Hay quienes, por ejemplo, a las vacaciones normales, acumulan días mis por los años trabajados.
Lo importante es descansar de la rutina laboral.

Porque la mayor parte de las veces, no se descansa, porque hay muchas cosas que hacer en la casa. Lo significativo de las vacaciones de Navidad es que tienen un fuerte impacto en la familia: todos, o medio mundo, busca la oportunidad de estar con sus papas, con su familia, así, unos viajan desde lejos con tal de convivir en términos familiares.
Eso nos lleva, sin la menor duda, a un hecho: la familia, si bien es cierto, es parte de un terruño, la vida laboral o las oportunidades laborales, las lleva a otros lugares e incluso países.

En mi familia, por ejemplo, todos vivimos en Victoria; en el de mi esposa, sus hermanos están en Matamoros. Pero tengo familiares, tíos, cuyos hijos –mis primos-, viven en los Estados Unidos… y pocas veces son los que se ven, si acaso, a veces en los días de navidad.
El Facebook es el medio más fácil para enterarnos.

De cómo familias ya iniciaron viaje, unos a otra parte de la república, otros hasta el extranjero, para estar con la familia el día 24: para disfrutar la Nochebuena, el nacimiento de Jesús –para los católicos-, fecha emblemática para los creyentes: por eso junto al árbol de Navidad está el nacimiento, la Estrella de Belén y la figura de los Reyes Magos.
La Navidad es una fecha significativa.

Es esperada en muchos hogares, de ricos y de pobres: es la oportunidad para testimoniar una fe, una creencia, una religión. Casa por casa somos testigos de la posada, del acto de acostar al “Niño Dios”, de rezar y cantar, de pedir posada, de compartir el pan y la sal, los tamales pues, junto con los dulces que se entregan a los niños.
Por eso es significativo el periodo vacacional de Diciembre: Por la Navidad.

Y es, también, el momento que somos víctimas del consumismo, de como el empleado o el trabajador, se da cuenta que su sueldo, y su aguinaldo, no alcanza para todos los juguetes y regalos que se contempla comprar para “La Navidad”.
Las vacaciones de Navidad son para convivir con la familia, para reflexionar sobre nuestra fe religiosa.

Sin embargo, al ser víctimas del consumismo, convertimos la fecha sagrada, el nacimiento de Jesús, en la oportunidad para que los comerciantes hagan su agosto en Diciembre: promociones y más promociones.

Nos hacen olvidar la parte central de la fe religiosa: la reflexión y la convivencia familia, claro, en última instancia, esta última si sucede, no tanto la reflexión.
Contacto:
Correo: meliton@prodigy.net.mx
Web: http://meligue.blogspot.mx/

 

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