Alíber López

Optica Política

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El Salario Mínimo General para el área geográfica “A”, pasó de $67.29 (sesentaisiete pesos veintinueve centavos), a $70.10 (setenta pesos diez centavos) el 2015, mismos que estarán vigentes a partir de mañana, 1 de enero.

Un fabuloso aumento de $2.81 (dos pesos ochenta y un centavos).



Desde el año 2000, que Vicente Fox Quezada llegó al poder, se aplican por la CONASM (Comisión Nacional de Salarios Mínimos), esos aumentos que hemos llamado “bartolianos”, porque fluctúan entre los dos y tres pesos diarios más de salario, que nunca recuperan el alza de los precios de los artículos de primera necesidad y que por lo tanto aumentan sistemáticamente el número de pobres en nuestro país.



Aunque el salario mínimo en 1952, cuando Chava Flores compone una de sus primeras canciones, “Peso sobre peso” también conocida como “Bartola”, que populariza Pedro Infante, era de $8.50 (ocho pesos cincuenta centavos), la letra de la canción sugería que con los dos pesos que su presunto pachanguero marido, le dejaba a “Bartola”, alcanzaba para comprar muchas cosas, aunque no era cierto.

Sin embargo los aumentos a salarios mínimos en aquellos tiempos, se multiplicaban sexenalmente hasta en 70 %. Tal hecho permitía que las condiciones de vida de los trabajadores, mejoraran año con año.



El fenómeno del mejoramiento de los niveles de vida de los trabajadores mexicanos, no ha sucedido desde el año en que los neoliberales se treparon al poder.

Los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, de 1970 a 1982, si bien fueron de deterioro de la economía y de ascenso de los tecnócratas o neoliberales al poder, la mayoría de los trabajadores mexicanos, vivía menos mal que en la actualidad.



Fueron los sexenios posteriores a López Portillo, los que nos instalaron en un “tobogán” de deterioro acelerado del nivel de vida de la mayoría de los mexicanos.

Desde el gobierno instalado con “calzador” de Carlos Salinas de Gortari en 1988, donde los panistas por primera vez fueron tolerantes con las triquiñuelas del PRI y les brindaron el beneficio de la duda, cuando “dizque se cayó el sistema”; a la fecha, salvo uno o dos años de excepción, hemos ido de mal en peor, en los niveles de vida de los mexicanos, hasta en los mejores años de ingresos petroleros para el país en los tiempos de Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, que fue cuando se iniciaron los aumentos “bartolianos”.



Cuando los precios de los huevos están por las nubes, cuando las carnes, frutas y verduras están en la estratósfera, al igual que los salarios de los que gobiernan este país y cuando nuestra energía eléctrica y petrolera ha sido privatizada, ignoramos lo que podrá pasar en los primeros meses de enero y febrero, que por los fríos, dio origen al dicho de “Enero y Febrero, desviejadero”, por aquello de las debilidades de las personas de la “tercera edad” y los efectos que los cambios de clima producen.

Sabemos que no vienen tiempos mejores como decía Manuel Cavazos Lerma, pero aun así, les deseamos:



¡Feliz Año Nuevo!