Varios soldados chinos mostrando sus armas. EFE/Archivo

Varios soldados norcoreanos que han cruzado en las últimas semanas la frontera con China, al parecer en busca de dinero y comida, han puesto en alerta a Pekín, que ha incrementado la vigilancia en su frontera con el aislado vecino.
Según informó hoy el diario "China Defense News", la guardia fronteriza ha comenzado a alistar milicias civiles para que ayuden a controlar estas incursiones en la zona, donde se cree que hasta 20 personas han sido asesinadas y cientos fueron extorsionadas por soldados norcoreanos en los últimos años.
También se han colocado cámaras de seguridad que funcionan las 24 horas del día en las localidades de la zona, separada de Corea del Norte por un río, el Tumen, que se congela en invierno, favoreciendo las incursiones fronterizas descontroladas.
Las alarmas han saltado en China a raíz de que el pasado mes de diciembre un presunto soldado norcoreano cruzara la frontera y matara a cuatro lugareños, al parecer con el objetivo de robarles.
China envió una protesta formal por este incidente, que no es un hecho aislado, aunque no han trascendido detalles sobre otras incursiones de este tipo.
La proliferación de estos pillajes ha llevado a algunos residentes de la zona, muchos de ellos también de etnia coreana, a abandonar sus pueblos en busca de áreas más seguras, y los observadores señalan que los sucesos podrían empeorar los lazos de Pyongyang con su único aliado, Pekín.