Ma. Teresa Medina Marroquín

Orbe

Corruptos con estilo y discreción

El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, es un joven al que le ha ido bastante bien en el negocio de la política, llegando a ser incluso presidente de la Cámara de Diputados.
Trajeado, como siempre lo vemos, a cualquiera le da la impresión de ser un ejecutivo de Wall Street y en retrospectiva a uno de aquellos “Chicago Boys” de la década de los 70.
Pero de lejos y de cerca, e imaginándolo algo zarrapastroso, también parecería un chamaco imberbe que representa 20 y no los 35 años que tiene muy bien vividitos en el arte de traficar influencias, según acusan sus enemigos ocultos.
Éste podría ser de los sujetos que (como dice el Filósofo de Güémez) “salen a tirar” y jamás tiran a salir, ocupado en aprovechar el naufragio a donde lo mandaron de encargado, cuidándole el changarro a Gustavo Madero, quien ya le dio su primer “descontón” del año a Felipe Calderón, pero directo a Margarita Zavala, lo que le dolió más al ex presidente que en respuesta editaría una nueva y pujante Morena ultraderechista.
Eso no nos debe alarmar porque a eso se dedican en gran medida los panistas del DF.

Y en Tamaulipas están igual. Los escándalos políticos son su fuerte y quizá con esa visión de los vencidos se entretienen.

Aunque poco les importa, pues sus asombrosas quincenas y exagerados gastos de representación, sumados a las posibilidades de hacer grandes negocios al amparo del poder, les llegan con puntualidad.
El caso es que a Ricardo Anaya lo “balconearon” presuntamente extorsionando a un extorsionado feliz: Miguel Ángel Yunes Linares, ex director general del ISSSTE y ex candidato a la Gubernatura de Veracruz, hoy aspirante a una (¿costosa?) diputación federal.
Aquí el asunto no es la primicia de un audio que circula en You Tube (“Anaya pide moches y es el abanderado anticorrupción del PAN”) sino de las encriptadas formas de sostener una conversación telefónica de quien promueve la creación de un Sistema Nacional Anticorrupción (¡ahí está el detalle!), y el mismo que pidió expulsar al diputado local del DF, Edgar Borja Rangel, por operar negocios ilícitos divulgados en una grabación filtrada en las redes sociales y donde por cierto este último (machista y misógino) le da una maltratada a su esposa de no me platiques más.
Total que la grabación es una breve conversación telefónica hablada en clave desde su inicio, “acuérdese –dice Yunes— que por aquí es imposible”.

“Lo tengo clarísimo”, responde Anaya. Y empiezan a hablar de números y cantidades, pero omiten precisar si se trata de dinero; incluso para no ser escuchados Anaya dice “te voy a mandar un mensaje, yo acá necesito negociar que me autoricen, ¿me explico?”, a lo que Yunes responde “no, y si resulta más, es más”.
(Nota: a veces los malos hábitos se vuelven también reconfortantes, ¿no, Yunes?, ¿no, Anaya?)
Si así se maneja el promotor panista del sistema anticorrupción, que mete al orden a sus legisladores y pide expulsar a quien ande chueco, pero que al mismo tiempo desata una tormenta de rumores que confirman que nuestra política (a pesar de estar enclavada en una cultura superior) siempre estará ligada a la corrupción, entonces preparémonos para que éste “negocie” un proyecto no negociable, y continuar viendo a un PAN que se despedaza y a seguir siendo criticados por naciones culturalmente inferiores a nosotros.
¿Qué acaso ya no tenemos remedio o hemos perdido la vergüenza? ¿O quizá, sin saberlo, la corrupción es a la política como el aceite de los carros para que todo funcione?
Si la respuesta es afirmativa, dejémonos de hipocresías, y que las leyes que castigan la corrupción de plano sean derogadas, pero les aseguro que igual dirán que mejor (hablando con franqueza) se firme un decreto que legalice la simulación.
Y tendrían razón, no tenemos porque ser tan descarados y hay que ponerle algo de estilo, discreción y hasta un poco de honor a las cosas para no caer en el ridículo.

¿A eso iremos a llegar? ¡Para ya vamos volando!
FALTAN NUEVO LAREDO Y MATAMOROS
Si como algunos advierten que el proceso electoral en marcha será muy competido, sería justo reconocer que el gobierno de Egidio Torre Cantú y los municipales emanados del PRI, sobre todo de ciudades importantes como Victoria, Reynosa, Madero, Altamira y Tampico, subrayen que se mantendrán al margen del mismo, respetuosos de los tiempos legales como lo acaba de manifestar el alcalde de la capital, Alejandro Etienne Llano.
Falta que esa civilidad la expresen los gobiernos panistas de Matamoros y Nuevo Laredo, encabezados por Leticia Salazar y Carlos Canturosas, completando un pacto que garantice campañas y elecciones limpias, tranquilas y democráticas.
LA RENUNCIA presentada en diciembre por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong (trascendida por Ciro Gómez Leyva) y no aceptada por el presidente Enrique Peña Nieto, ¿qué significa realmente? ¿Una crisis de gobernabilidad que ya se supera? ¿O tiempo para buscar a su remplazo?
¡Feliz miércoles!