Lo que en un tiempo fue templo del saber, ahora es nido de vagos y malvivientes.

Otro aspecto del Tamul, luciendo en total abandono por las Autoridades Municipales.

Vecinos de la colonia Miguel Hidalgo, se quejan amargamente que ya no son libres de salir a la calle sin ser molestado por un atajo de vagos y malvivientes, que su punto de reunión es un edificio que el mismo Municipio lo tiene desocupado y es propicio para sus reuniones.
El Tamul, que en la administración pasada servía como centro de reunión de los niños, jóvenes y adultos, como una fuente del saber y propio para realizar tareas de los educandos, ahora se encuentra abandonado y este local es propicio para sus múltiples reuniones de los vagos, que operan impunemente en contra de quien o quienes osen pasar por el lugar.
Enclavado en la colonia Miguel Hidalgo y ahí mismo al lado se encuentra un gimnasio y un campo de futbol, se encuentra en total abandono por parte de las Autoridades Municipales, aducen los habitantes de ese sector, que antes en la Administración pasada, se contaba con un elemento policiaco y eso hacía mucho más confiable el lugar, en cambio ahora tenemos miedo de pasar por esa calle.
En la calle sauces entre calles de Miguel Domínguez y Guadalupe Victoria de la citada colonia, se encuentra el dichoso Tamul, mismo que se encuentra sin computadoras y desolado, lugar que se han apropiado varios vagos y malvivientes, ante el beneplácito de las Autoridades Municipales, porque en repetidas ocasiones, se ha ido a poner la queja y hasta el momento no hacen nada.
Los vecinos de ese populoso sector, que omitimos los nombres por temor a represalias, le hacen un llamado al Gobernador del Estado, para que de esta manera su queja sea tomada en cuenta por el Presidente Municipal, que a decir verdad no ha hecho nada al respecto de las quejas de la ciudadanía en ese sector, ya que en repetidas ocasiones han acudido en busca de ayuda y solo les dicen que sí, pero no hacen nada.
Lanzan un SOS, para que les brinden vigilancia policial, ya que se encuentran a la deriva y a merced de los vagos que se reúnen en el lugar, porque en cuento se oscurece, ya no son libres de poder transitar por las calles aledañas al lugar y sobre todo temen por la integridad de su hijos en sus diferentes edades, incluso jovencitas que regresan de sus labores, han sido molestadas y hasta golpeadas.