Los productores derramaron y regalaron más de 5 mil litros de leche como forma de protesta ante lo que consideran una política que está aniquilando su manera de vida al permitir la competencia “desleal”.
Escogieron esa tienda como un símbolo de los sitios en donde se comercializan los productos importados que, sin ser realmente leche, los están desplazando del mercado, pues denunciaron que grandes empresas como Sello Rojo y Nestlé ya no compran su producto y utilizan sustitutos de leche que llegan a costar hasta 50% menos.
"Ya no tenemos a quien venderle, estamos desesperados, no hay compradores que quieran nuestro producto", se quejó uno de los manifestantes e integrante del Frente Nacional de Productores de Leche.
Solicitaron al gobierno federal su intervención para ofrecer una salida a esta situación que consideraron crítica, pues según sus cálculos, las pérdidas superan los 100 millones de pesos.
Tras la manifestación, el Secretario de Desarrollo Rural de Jalisco, Héctor Padilla, minimizó el hecho argumentando que los manifestantes no eran productores, sino intermediarios que venden a Liconsa al doble del precio al que compran el litro.
Por su parte, el secretario general de Gobierno, Roberto López Lara, indicó que actualmente se venden 850 mil litros diarios de leche en el estado y que existe un excedente de 400 mil litros que se busca colocar a través de Liconsa.
El funcionario indicó que es el propio gobernador, Aristóteles Sandoval, el que encabeza la negociación con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) del gobierno federal.