De acuerdo con cifras del Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal, (InveaDF), más de 6 mil 700 unidades de transporte público son infraccionadas cada año debido a que luces exteriores o interiores no funcionan adecuadamente.
Por seguridad, las autoridades exigen que la luz interior de su taxi se encuentre encendida cuando se hace de noche o todavía no amanece.
El incumplimiento de esta disposición puede provocar una multa inconmutable de alrededor de 700 pesos.
La medida considera que la iluminación debe ser clara al grado de que el conductor y los usuarios puedan ser visibles incluso desde el exterior de la unidad
que presta servicio.
El funcionamiento de las luces exteriores de la unidad también se considera como una medida que garantiza la seguridad del taxi para sus pasajeros.
Además de la multa que se puede imponer por la falta de iluminación dentro de la cabina, las fallas de los faros o las calaveras se pueden considerar como un
factor de riesgo, que podría ameritar la inmovilización de la unidad.
En caso de que se aplique esta sanción, el personal del Invea coloca sellos al vehículo y su operación es prohibida, hasta que se realiza una revisión en la que se acredita que se subsanaron las fallas.
Según reportes del Instituto de Verificación Administrativa, más de mil 100 unidades son inmovilizadas cada año, debido a estas irregularidades.
En los operativos en los que se han sancionado a vehículos sin
Luces encendidas, también se han detectado otras anomalías.
Además del mal funcionamiento de la iluminación, los inspectores encontraron a más de 5 mil unidades cuyo conductor no portaba licencia tarjetón o póliza de seguro vigente.
EL UNIVERSAL