En la opinión

Pbro Miqueas Cantú Garza

Proverbios 23:23

Al evaluar con exactitud el comportamiento humano para poder medir la dignidad en la ética establecida, e ir a la plataforma íntima del hogar, encontramos padres, que para mantener quietos a sus hijos, les permiten ver televisión; ven abrazos, besos, pleitos familiares, traición matrimonial, balazos, violencia, sangre, armas y hogueras de vanidades que destruyen.
¿Que ven sus hijos?, ¿qué modelo buscan para seguir?.
Hogar; viene de Hoguera: infiere amor, comprensión y compasión.

Existe otra hoguera, la que destruye el hogar. Es posible tener a un México que se mueva, que avance, que prospere; si contamos con padres que encienden la inteligencia expansiva y contagiosa; familias los principios establecidos por Dios que fungen como desembocadura de toda fuerza destructiva.

En el mundo actual; la inteligencia grande discute las ideas, la inteligencia media, los sucesos, y la inteligencia pequeña, las personas. Precisamente el padre con inteligencia muestra interés en la integridad de sus hijos; sabe que todo es causa y efecto; admite que esimprescindible aprovechar la edad del niño - joven, como tiempo valioso al alcance para sembrar integridad y temor de Dios.
La inteligencia es memoria…el hijo pródigo, se fue del hogar; al fracasar, hizo memoria de forma inteligente cuando exclamó: “En la casa de mi Padre hay abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre”.
La memoria establece… la identidad, el afecto, al padre y a los recursos.
La inteligencia acepta su condición… “y yo perezco de hambre”
La inteligencia toma una decisión determinante… “iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra tí”.
La inteligencia produce en nosotros la humildad.
Las corrientes filosóficas que promueven la familia en nuestros días, reflejan una memoria desvanecida carente de inteligencia, débil de fe en Dios, amnesia de principios, y ausencia de normas, ignoran el verdadero amor; ya no cuenta el nosotros, ahora reina el Yo.

La sociedad no necesita familias formadas por la diversión o el entretenimiento. La familia no es una semilla de flor de temporada; la familia poseé propósito eterno; forjemos familias inteligentes, con memoria en los propósitos divinos, estables, fuertes y con inteligencia para recurrir a la Promesa divina... Echa sobre Jesús tu carga; espera en él y él hará.