Nacional  /  Estados
0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
"Los Objetivos del Milenio en México avanzan, pero hay retos"

México registra un avance de 75% en el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, "lo ha hecho bastante bien", pero enfrenta desafíos para continuar la lucha contra la pobreza que se presenta en cada región.
lunes, 2 de marzo de 2015
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font
MÉXICO, D.F., marzo 2 (EL UNIVERSAL).- México registra un avance de 75% en el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, "lo ha hecho bastante bien", pero enfrenta desafíos para continuar la lucha contra la pobreza que se presenta en cada región, advierte Amina Mohammed, asesora especial del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien considera además que ante "atrocidades" como el caso de los normalistas de Ayotzinapa, la agenda del país y la comunidad internacional se debe centrar en que estos hechos no se repitan.


La experta, junto con representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), visitó México para discutir con los diferentes niveles de gobierno y grupos civiles sobre los temas que integrarán la nueva Agenda de Desarrollo post-2015 que se presentará en septiembre.


En entrevista con EL UNIVERSAL habla sobre el papel que tiene la nación en la estrategia global, en la que se busca comprometer a 193 países en promover el desarrollo sostenible, establecer metas que reduzcan la pobreza, al mismo tiempo de impulsar las economías y proteger el medio ambiente.


¿Cómo evalúa la recepción del gobierno mexicano en cuanto al desarrollo y combate a la pobreza?
El gobierno mexicano se ha involucrado desde el principio de la transición, desde Río de Janeiro cuando tuvimos la reunión sobre este tema en 2012.

Hay mucha difusión en América Latina, liderado por Colombia y México.
En cuanto al compromiso, las Naciones Unidas han organizado varios foros para continuar la discusión sobre cuestiones difíciles mientras estábamos trabajando las 17 metas que tenemos ahora para el desarrollo sostenible.

Tuvimos que lidiar con el Estado de derecho y creo que éste ha sido un gran desafío, porque es la primera vez que tenemos una meta que reconoce que tenemos que trabajar en la paz y en instituciones para lograr esta ambiciosa agenda.


¿Cómo va México en los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
México lo ha hecho bastante bien. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio se enfocaron en reducir a la mitad la pobreza, en cuestiones de salud, educación y en alianzas internacionales en materia sanitaria.

Diría que se han cumplido entre 75% y 85% de la mayoría de las metas en estos temas. Hay algunos desafíos en el país y en la región, pero hay progreso.


Reconocemos que globalmente y no sólo en México, los objetivos son asuntos incompletos. Por eso estamos trabajando en una nueva agenda que permitirá una transformación más universal de esta visión.


Tenemos el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y problemas de seguridad en el país. ¿Cómo evaluaría el trabajo de México en este asunto?
Creo que alrededor del planeta, lo que ha pasado recientemente y también en México y otros países del mundo, como el mío, Nigeria, donde más de 200 niñas han sido secuestradas, este tipo de atrocidades nunca deberían ser aceptadas y todo el mundo se ha preocupado por la forma en que la sociedad funciona.


Hay cuestiones así, pero creo que toda la comunidad internacional, incluso el gobierno mexicano, ha actuado lo mejor que ha podido en estas circunstancias.

Hay que seguir apoyándolos.
Cuando vemos la agenda del desarrollo, estamos analizando cómo estas cosas no vuelvan a suceder, es algo con lo que la mayoría de los gobiernos tienen que lidiar, porque la seguridad de sus ciudadanos es una prioridad.


En febrero hubo una reunión de la ONU sobre desapariciones forzadas en México, y la organización dijo que este problema es generalizado en el país.


¿Esto cómo afecta la lucha contra la pobreza?
Hasta que no se logre tener sociedades equilibradas, siempre habrá cuestiones de inseguridad.


Siempre habrá personas que no tienen dónde ir, que perdieron su dignidad y que no tienen nada que perder.
Creo que las lecciones aprendidas a través del mundo sobre la exclusión tenemos que analizarlas y ver cómo podemos prevenir, lo que implica invertir en desarrollo, asegurarnos de que hay una buena educación, salud y servicios básicos, pero también comprometerse en las finanzas.


La economía no es sólo el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), sino que debe de reflejarse en el bienestar de la población, en que los jóvenes tengan empleos que respondan a sus aspiraciones.


Es un nuevo elemento en el que trabajamos. Se trata de una vida con dignidad. Hay muchos países que están trabajando en políticas para erradicar el crimen organizado, el terrorismo, pero cuando salen de ello, hay un proceso de reintegración.

Ahí es donde no estamos haciendo lo suficiente. ¿Qué hacemos el día después que logramos la paz? Es una inversión de largo plazo y hay que trabajar en estrategias que funcionan.


¿Cómo se puede trabajar en la seguridad, en la economía y mejorar el desarrollo de la población?
Se puede con instituciones fuertes, el Estado de derecho.

Esto no se logra de la noche a la mañana. Se hace a través de décadas de inversiones. Hay que encontrar este equilibrio para que la economía crezca mientras invertimos en las instituciones.

Esto lo estamos viendo en varios países, donde existen problemas como el crimen organizado, conflictos, pero primero es una cuestión de liderazgo y de políticas que se instalan y de inversión en las instituciones.


No es una inversión atractiva, porque toma tiempo para asegurarse que tengamos las capacidades de planear bien las cosas para la población.

Es difícil pagar las cuentas, invertir en salud y educación, además de trabajar en fortalecer las instituciones y el Estado de derecho.

Ahí es donde se puede trabajar globalmente para encontrar cómo financiar y ayudar a los países. Hay que trabajar todos juntos para impulsar la democracia.


El gobierno mexicano se ha enfocado sobre todo en impulsar la economía y en desarrollar programas para la población más pobre, pero muchos se preguntan si realmente ayudará a estas personas.

¿Qué opinión tiene?
México está en el buen camino. Puso en marcha una serie de iniciativas durante los últimos años.

Muchas de ellas han inspirado a otros países. El desafío siempre existe. Es fácil decir que queremos sacar adelante a la gente, pero es algo que necesita tiempo.

No es un plan de dos años.
Es algo que se tiene que hacer según el entorno. Cuando analizas el aspecto multidimensional de la pobreza en México, no hay una sola solución porque la situación es diferente en cada región.

Hay que ver diferentes perspectivas y encontrar las medidas para invertir en ello. Puede ser un tema de infraestructura, de exclusión de las mujeres, de la inclusión al sector financiero y de acceso equitativo a los recursos.


Tenemos que ver lo que hacemos con los jóvenes. Creo que hay que involucrarlos en la agenda post-2015 para que participen en la transformación de las economías.

Hay muchos temas que se tienen que discutir como el comercio regional y global.
¿Cómo se puede convencer a los países, a los políticos, a la sociedad en general para que se involucren en esta lucha contra la pobreza?
La implicación de no hacer lo suficiente o no involucrarse sólo provoca más inestabilidad.

Más exclusión hace que la gente sea más insegura. Creo que hay menos guerras hoy, pero nunca hemos sido más inseguros. Si podemos invertir menos en eso y más en la gente habrá mayor bienestar.


Hay 17 objetivos en la mesa en los que se tiene que trabajar. En los próximos meses veremos cómo nos comprometemos para financiarlos, medirlos, porque si no lo hacemos ahora, no podremos saber cómo nos va a ir en 50 años.

Hay que verlo como una oportunidad para una mejor vida, prosperidad y paz.
¿Cómo evalúa el trabajo de América Latina en cuanto al desarrollo y combate a la pobreza?
Hay un gran progreso.

Colombia está creciendo desde hace varios años. Brasil está haciendo cosas muy inspiradoras. Creo que es reconociendo los problemas que podemos enfrentarlos y encontrar soluciones.

No hay ningún lugar donde no hemos encontrado problemas. Vemos a África crecer en sus economías más rápido que Europa, pero tienen un alto nivel de pobreza, de inseguridad y una gran falta de infraestructura.


El tema del cambio climático también es un problema, hay que encontrar una manera de enfrentar y prepararse ante este fenómeno.
Son desafíos muy grandes, pero es un momento prometedor ver a 193 países acordar 17 temas que no habíamos abordado antes y de los que no hablábamos en el 2000.

Las empresas van a jugar un papel muy importante. Si vemos el actual modelo de negocios, la cooperación entre los gobiernos y las empresas han ayudado bastante, pero no es suficiente.

Tenemos que cambiar este modelo de negocio desde el interior y hacer que sea más inclusivo.
El cambio climático es un tema que afecta también el desarrollo.

Estos dos temas serán muy importantes para la ONU este año.
Ahora entienden que el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático se hacen al mismo tiempo.

Hay que reducir las emisiones de carbono, hay que financiar las energías renovables, desarrollar una agricultura más sustentable y pensar en ciudades más limpias.

Con el aumento de la población, una agricultura más inteligente va a ser necesaria. La nutrición va a ser un asunto muy importante para los niños.

Hay que pensar en muchas alternativas, en muchos temas, en combatir enfermedades, etcétera.
Es la primera generación que tiene que combatir la pobreza y la última que puede lograr luchar contra el cambio climático. Entonces hay grandes cosas que tienen que suceder este año.

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion