QR emite Alerta Amber por robo de niño guatemalteco

(EL UNIVERSAL).- Un niño de dos años y siete meses de edad fue sustraído de los brazos de su madre en la ciudad de Cancún, mientras la mujer, de origen guatemalteco, vendía chicles en la esquina de una colonia popular.

La Procuraduría de Justicia de Quintana Roo emitió este miércoles la Alerta Amber para localizar al menor, identificado como Plácido Emilio, nacido el 18 de agosto de 2012 en Guatemala, cabello corto, lacio y de color castaño oscuro, vestido con pantalón negro, playera azul de manga larga y un gorro azul con rojo, quien fue arrebatado a su mamá, por una mujer desconocida, de complexión robusta, estatura baja y cabello color rojizo.

En la alerta se reconoce que existe temor de que el pequeño "pudiera ser víctima de la comisión de un delito" y se ofrecen los números lada 01 800 00 85 400 y el teléfono de la Procuraduría de Justicia del estado, 83 50050 extensión 1250, para reportar datos que permitan rescatar al menor de edad.

La dependencia estatal también abrió la averiguación previa 1355/2015, por el delito de sustracción de menores; la Policía Judicial estatal y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del ayuntamiento de Benito Juárez, desplegaron un operativo en la zona del Crucero, en el que participaron los padres del pequeño, en un intento por localizarlo.

La sustracción de Plácido ocurrió la noche del martes en la Supermanzana 66 de esta ciudad. Gonzalo Marcos, de 21 años, padre del niño, narró que su esposa, Jesusa Pérez Rafael, de 20 años y él se encontraban a las 20.30 horas vendiendo dulces, chicles y cigarros en una esquina, cuando él se apartó para llevar a su otro hijo al sanitario.

Al regresar, Gonzalo encontró a Jesusa llorando; en medio de su crisis, la joven le dijo que una mujer desconocida, vestida de color morado, la abordó, le arrebató al niño y se fue corriendo.

Ambos pidieron apoyo de elementos de la Policía Municipal, quienes se encontraban realizando un recorrido por la zona, sin que pudieran ubicar al pequeño.

También se mantiene vigilancia en la central de autobuses para evitar que el niño sea sacado de la ciudad.





EL UNIVERSAL/EEG