En la opinión
Pbro Miqueas Cantú Garza
La integridad forja personas que poseen carácter, sentimientos nobles, honestidad a la vista, palabra firme, compromiso que no caduca, y fidelidad a toda prueba que no cede a la tentación de amar a otra.
Abimelec oyó a Dios y fue librado de pecar porqué Dios le dijo: Yo también sé con integridad de tu corazón has reusado Gen.
20:6. La integridad es una disposición de servir… “ahora, pues, temed a Jehová, y servirle con integridad y en verdad. Josué 24:14.
La integridad es hacer una decisión propia.
La decisión se realizará basada en principios divinos, en una actitud mental, con una gratitud alentadora. El recordado Fred Smith dijo: usted es como es, porque esa es la forma que quiere ser; si realmente quisiera ser diferente, debe iniciar el camino ahora.
La integridad es el centro movilizador que genera confianza, entusiasmo, creatividad seguridad y orientación. La consistencia es motivo de admiración; porque en el espejo del día, se refleja la disciplina.
Zig Ziglar observa y dice con certeza sabia: “la mayoría de las personas que fallan en sus ideales; fallan no por falta de habilidad, sino por falta de compromiso”
El compromiso ha de ser consigo mismo; debe ser íntegro, para poder afirmar el ideal supremo de la vida.
Las metas no escritas quedan en intenciones; son como se dice de manera anónima: semillas sin tierra. La integridad proporciona muchas cosas a nuestro favor; es cuando la luz y la brisa se hacen presentes y se acuña la esperanza; es cuando el oasis ofrece sombra y descanso; cuando las voces son de Júbilo y fiesta, cuando la vida palpita el fervor, cuando el clamor envuelve gratis, cuando todo es novedad y ternura.
La integridad no nace con el ser humano; ella se forma por sabios ejemplos de padres y maestros; pero se logra por medio de una trasformación que da Jesucristo; para que haya matrimonios rectos, justos, nobles.
La integridad de los rectos los encaminará al pacto que Dios hizo con Salomón que es digno de reflexión y aplicación…“y si tú anduvieres delante de mí como anduvo tu padre; en integridad de corazón e hicieres todas las cosas que yo te mando, guardando mis estatutos y mis decretos.” La integridad es una fortaleza donde se busca la salida, la verdad y la presencia de Dios en la vida.